El gobierno de Texas, liderado por Greg Abbott, ha ordenado un aumento del 100 por ciento en las inspecciones de camiones de carga comercial en el puente de Colombia, que conecta con Nuevo León. Esto ha sido confirmado por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP).
La medida ha generado preocupación sobre posibles retrasos en el cruce de transportistas y comercio en la región, similar a lo que ha ocurrido en Ciudad Juárez.
Maru Campos, gobernadora de Chihuahua, expresó su preocupación sobre la larga espera que enfrenta el comercio tijuanense, a pesar de la reapertura de algunos puentes fronterizos en Texas.
Transportistas de Juárez han informado pérdidas diarias de hasta 400 mil dólares debido a las extensas revisiones en la frontera con Texas. Esta situación afecta negativamente a las inversiones y la fluidez del comercio transfronterizo.
Campos señaló que el flujo migratorio sigue siendo un problema sin resolver, y el gobierno mexicano ha luchado por proporcionar una solución efectiva, lo que genera conflictos con las autoridades de Texas que pertenecen a un partido político diferente. La falta de una política migratoria clara y la responsabilidad compartida contribuyen a la complejidad de la situación en la región.
La gobernadora instó a una mayor atención y acción del Gobierno federal para abordar el aumento en el flujo de migrantes y las tensiones en la frontera con Texas.