Dos individuos, un haitiano y un venezolano, perdieron la vida ahogados mientras intentaban cruzar el río Bravo en busca del sueño americano. Carlos, uno de los fallecidos, se encontraba entre el grupo de migrantes que se aventuró a atravesar el afluente en una área embarrada cubierta de lirios y desechos, con el objetivo de llegar al territorio estadounidense y entregarse a las autoridades migratorias.
La tragedia se desencadenó cuando los migrantes quedaron atascados en el fango mientras avanzaban por el río, generando alarma entre los centroamericanos que residían en el improvisado campamento del lado mexicano. Algunos lograron liberarse, mientras que otros colaboraron en el rescate de niños que momentáneamente quedaron atrapados.
Los familiares de las víctimas expresaron su desesperación con gritos de “¡Es demasiado difícil, que no vengan!”.
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El incidente, documentado en un video sensible, tuvo lugar cerca de la Cruz del Migrante, un lugar elegido para recordar a aquellos que perdieron la vida en circunstancias similares. Desde el lado estadounidense, oficiales migratorios observaron la dramática escena mientras la esposa de Carlos gritaba angustiada, con la ropa empapada y sucia por el lodo.
A pesar de la tragedia y de las autoridades presentes, hombres, mujeres y niños continuaron cruzando por el mismo punto. Migrantes instaron a la espera y a considerar los riesgos, pero algunos persistieron en su intento.
Desafíos y Esperas en el Proceso Migratorio
Marco Castro, hondureño en el albergue Senda de Vida I en Reynosa, mencionó que llevan cuatro meses y 20 días esperando respuesta a través de la aplicación CBP One, implementada por el gobierno de Joe Biden para facilitar el paso legal a personas en situación migratoria. Pese a la tragedia, la migración ilegal persiste debido a la falta de respuestas y a la complejidad de las leyes migratorias.
Ismael Antonio García Carranquiel, venezolano de 29 años, quien lleva más de un mes con su familia esperando la cita de CBP One, aconsejó a los migrantes no cruzar ilegalmente y buscar formas legales de ingresar a Estados Unidos. A pesar de las solicitudes de activistas, algunos ignoran las advertencias, resultando en tragedias como la ocurrida, donde dos hombres perdieron la vida por ahogamiento.