Un vuelo que debía ser de regreso a casa se convirtió en tragedia. Seis ciudadanos mexicanos fallecieron cuando un avión ambulancia se estrelló en una zona residencial de Filadelfia la noche del viernes, alrededor de las 6:10 p.m. hora local. Además, una persona que se encontraba en un vehículo en tierra también perdió la vida.
Entre las víctimas se encontraban una niña y su madre, quienes regresaban a su hogar en Tijuana tras finalizar un tratamiento médico en el Hospital Infantil Shriners de Filadelfia. Las acompañaban un médico, un paramédico, el piloto y el copiloto del avión.
El trágico suceso ocurrió apenas un minuto después del despegue desde el Aeropuerto Noreste de Filadelfia. El avión, un Learjet 55, tenía como destino final México, con una breve escala planeada en Branson, Missouri. Según testigos, la aeronave cayó abruptamente, provocando una enorme explosión que fue descrita como “una bola de fuego” que iluminó el cielo y esparció escombros en llamas por las calles cercanas.
“Vi luces parpadeantes cayendo del cielo”, relató un niño de 10 años que regresaba de su práctica de hockey. Otros testigos describieron el estruendo como similar a un terremoto. Un hombre que conducía cerca del lugar dijo que escuchó un zumbido intenso antes de la explosión.
La alcaldesa de Filadelfia, Cherelle Parker, expresó su consternación, indicando que algo “salió terriblemente mal“. En una rueda de prensa, informó que al menos 19 personas resultaron heridas en tierra, aunque advirtió que la cifra podría aumentar. Las autoridades locales y la Administración Federal de Aviación (FAA) ya están investigando las causas del accidente.
Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, lamentó profundamente la pérdida de vidas mexicanas en este trágico incidente. “Mi solidaridad con sus seres queridos y amigos“, expresó en su cuenta de X, asegurando que la Secretaría de Relaciones Exteriores está brindando todo el apoyo necesario a las familias afectadas.
El impacto emocional también alcanzó al personal médico del Hospital Shriners, donde la niña había recibido tratamiento. “Es extremadamente duro para nuestra comunidad hospitalaria“, declaró Mel Bower, portavoz del hospital, recordando que ese mismo día se habían despedido de la pequeña con la esperanza de su regreso seguro a casa.
Las investigaciones continúan para esclarecer qué provocó que el avión se estrellara tan pronto después de despegar. Por ahora, Filadelfia y México comparten el dolor de una tragedia que enluta a dos naciones.