La política de recuperación del salario mínimo implementada en los últimos cinco años ha coincidido con cambios significativos en la distribución salarial de la población ocupada en México, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Entre 2018 y 2023, la población ocupada que percibe menos de un salario mínimo aumentó en 10.8 millones de personas, alcanzando un total de 19.2 millones al cierre de 2023. Esta cifra representa aproximadamente un tercio de la población empleada en el país, ya sea en empleos formales o informales.
En contraste, aquellos que ganan más de tres y hasta cinco salarios mínimos disminuyeron en 4.5 millones, pasando de 6.7 millones en 2018 a 2.3 millones en 2023.
A partir de finales de 2018, el gobierno federal implementó un plan para aumentar el poder adquisitivo del salario mínimo, elevándolo de 88.40 a 207.44 pesos diarios a nivel general en cinco años. En la zona libre de la frontera norte, este incremento fue aún mayor, llegando a 312.41 pesos por día.
Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Inegi, dos tercios de la población ocupada al cierre de 2023 ganaban entre uno y dos salarios mínimos, sumando un total de 59.1 millones de personas.
En cuanto a las jornadas laborales, se observó un aumento en la duración del tiempo de trabajo, pasando de 35 a 48 horas semanales a medida que la pandemia disminuyó. Este grupo representó el 47.67% de los ocupados, con 28.2 millones de personas en 2023.
A pesar de estos cambios, 34.8 millones de personas ocupadas, equivalente al 58.8%, aún carecen de acceso a servicios de salud en México, señalando una brecha persistente en las condiciones laborales en el país.