En una escalada de la guerra entre Israel y Hamas, docenas de tanques israelíes han ingresado al sur de Gaza, expandiendo su operación militar. Después de intensos bombardeos en la ciudad sureña de Jan Yunis, las fuerzas israelíes han iniciado una ofensiva terrestre, buscando los líderes de Hamas en la zona.

Los militares israelíes han ordenado la evacuación de casi dos docenas de áreas residenciales, instando a los residentes a trasladarse hacia el sur, cerca de la frontera con Egipto. Volantes arrojados desde aviones indican la necesidad de abandonar áreas específicas de manera inmediata. La ciudad de Jan Yunis, donde muchos palestinos desplazados buscaron refugio en las últimas semanas, se encuentra bajo fuego y los residentes enfrentan la difícil decisión de huir hacia el sur.
Testigos informan que camiones blindados y máquinas excavadoras israelíes han ingresado a la región, mientras los residentes se preparan para enfrentar el temor y la incertidumbre. El residente Khalid Mohammed expresó: “Nadie puede describir el temor, el horror y el sufrimiento que enfrentamos ahora”.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios ha advertido sobre la creciente crisis humanitaria, con miles de personas forzadas a abandonar sus hogares y buscar refugio. Funcionarios de salud en Gaza informan que casi 16 mil personas han perdido la vida desde el inicio de las operaciones israelíes, con un alarmante 70% de las víctimas siendo mujeres y niños.
A medida que las tensiones aumentan, la comunidad internacional observa con preocupación. La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, ha asegurado que Estados Unidos no permitirá la reubicación forzada de palestinos ni la imposición de un estado de sitio en la franja de Gaza.
La situación humanitaria en Gaza se vuelve cada vez más crítica, con informes de hospitales abrumados y condiciones insalubres. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha expresado su creencia de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, debería ser juzgado por crímenes de guerra, mientras que enfrenta también cargos por corrupción en su país. La comunidad internacional insta a un cese inmediato de las hostilidades y busca soluciones para aliviar el sufrimiento de la población civil en la región.