Este viernes, Donald Trump, el presidente electo de Estados Unidos, recibió la sentencia por su implicación en el caso de falsificación de registros comerciales relacionado con el pago a Stormy Daniels, una ex actriz de cine para adultos, justo antes de las elecciones de 2016. 🗳️
El juez Juan Merchan decidió que Trump no irá a la cárcel ni tendrá que pagar una multa, otorgándole una “libertad incondicional”, lo cual le deja fuera de prisión. A pesar de esto, Trump hace historia al convertirse en el primer presidente de EE. UU. condenado en un juicio penal.
El fallo llega a solo 10 días de que el republicano asuma su segundo mandato en la Casa Blanca tras su victoria en las elecciones de noviembre pasado. Durante una audiencia en Nueva York, donde Trump participó de forma remota, el juez Merchan destacó lo “extraordinario” del caso, que llamó mucho la atención, aunque se tratara de un procedimiento judicial común.
Trump aprovechó la ocasión para declarar por primera vez en el juicio, rechazando los 34 cargos en su contra. “Me gustaría explicar que fui tratado muy, muy injustamente”, afirmó al juez. En mayo del año pasado, el jurado lo había hallado culpable de falsificación de documentos comerciales, un delito grave.
El caso gira en torno a un pago de 130,000 dólares que Trump hizo a Daniels para que no hablara sobre una relación que ambos habrían tenido, algo que él siempre ha negado. Aunque pagar por mantener un secreto no es ilegal, el escándalo surgió por la manera en que se hizo el pago, pues un abogado de Trump entregó el dinero y luego le fue reembolsado como honorarios legales, algo que constituye fraude en los registros comerciales.
Con esta sentencia, Trump se convierte oficialmente en un delincuente convicto… a menos que su condena sea anulada en apelación. Entre las restricciones impuestas, no podrá tener armas y deberá proporcionar su ADN a la base de datos de delitos del estado de Nueva York. Sin embargo, no tendrá limitaciones para viajar, gracias a su pasaporte diplomático como futuro presidente.
Barbara McQuade, profesora de derecho en la Universidad de Michigan, comentó que el enfoque del juez Merchan fue un “equilibrio reflexivo” entre los deberes de un presidente, el estado de derecho y la deferencia al veredicto del jurado. La Corte Suprema también dejó claro que Trump no tiene “vía libre” por ser presidente electo, aunque no cumplirá con pena de cárcel.
La Fiscalía de Nueva York ya había solicitado una sentencia de libertad incondicional, que fue finalmente la que Trump recibió. No obstante, el fiscal Joshua Steinglass aprovechó para criticar el comportamiento de Trump durante el juicio, acusándolo de “socavar” la legitimidad del proceso judicial, llamándolo una “caza de brujas” y calificando al fiscal como “corrupto”.
Trump, por su parte, dijo que esta experiencia ha sido “terrible” y reiteró su inocencia. Aseguró que el caso fue orquestado para evitar su reelección y afirmó que “no hizo nada malo”. Su abogado, Todd Blanche, también dejó claro que no debería haberse presentado ningún cargo en su contra.
Con la sentencia ya dictada, el juez Merchan despidió a Trump con un simple “buena suerte”, dejando a todos sorprendidos por la falta de sanciones severas.
Mientras tanto, Trump sigue enfrentando otros casos, aunque muchos de ellos han sido archivados, como los relacionados con los documentos clasificados y sus intentos de anular las elecciones de 2020. Sin embargo, sigue con problemas legales en Georgia por posibles intentos de manipulación electoral en ese estado.