Donald Trump arrancó esta semana con todo 💥 y no precisamente en campaña: el presidente estadounidense se metió de lleno en el papel de negociador de paz, buscando arreglar los dos conflictos más calientes del planeta: Ucrania y Medio Oriente 🌍.

Según reportes del medio Axios, Trump ya tuvo conversaciones privadas con líderes europeos y hasta con políticos israelíes de alto nivel. Su meta: diseñar un plan para frenar la guerra entre Rusia y Ucrania, y otro para resolver el eterno caos entre Israel y Hamas 🛑.
Fuentes cercanas a su equipo aseguran que ya tiene claro a quién le pediría ayuda: Viktor Orbán, el primer ministro húngaro y uno de sus aliados más cercanos en Europa. Orbán fue recibido en Mar-a-Lago hace poco y se dice que está dispuesto a mediar entre Moscú y Kiev 🇷🇺🤝🇺🇦.
Pero eso no es todo: en lo que respecta al conflicto de Gaza, Trump ha estado en contacto con el embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan. Se rumorea que incluso ya tiene bocetos de una propuesta para el día después de que termine la guerra, especialmente sobre el futuro de la Franja de Gaza ⚖️.

¿Todo esto por buena onda? Mmm… más bien porque huele a Nobel 🏅. Personas cercanas al presidente aseguran que está obsesionado con ganar el Premio Nobel de la Paz, y ve en estas gestiones una gran oportunidad para lograrlo.
En resumen: mientras muchos lo siguen viendo como el político polémico de siempre, Trump quiere que el mundo lo vea con otra cara: la de un posible salvador global. ¿Le alcanzará para convencer a Putin, Zelenski y Netanyahu? 🤔 El tiempo lo dirá.