#Trump quiere rebautizar el #GolfoDeMéxico como “Golfo de América”.

¿Un simple capricho o algo realmente posible?

El expresidente Donald Trump volvió a estar en el ojo del huracán con una propuesta que ha generado risas, polémicas y debates. Durante una conferencia en su residencia de Mar-a-Lago, Florida, lanzó la idea de cambiar el nombre del Golfo de México por “Golfo de América”.

“Es nuestro, hacemos la mayor parte del trabajo allí… Golfo de América, qué nombre tan bonito y apropiado”, afirmó Trump, sin ahondar en detalles. También aprovechó para criticar a México, insistiendo en que debería controlar la migración hacia Estados Unidos.

¿Es en serio o solo show?


Trump no explicó cómo piensa lograr el cambio, pero su aliada, la legisladora republicana Marjorie Taylor Greene, aseguró que presentará una propuesta de ley para hacerlo realidad. “¡El segundo mandato del presidente Trump ha arrancado con todo!”, escribió Greene en X.

Sin embargo, renombrar un cuerpo de agua internacional no es tan sencillo. El Golfo de México tiene una gran importancia para varios países, no solo por su ubicación estratégica, sino porque es clave para la economía de México y Estados Unidos debido a la producción de petróleo.

Un golfo compartido entre tres naciones.


Este enorme cuerpo de agua, de 1.6 millones de kilómetros cuadrados, conecta a México, Estados Unidos y Cuba. En México, cinco estados tienen costas en el golfo: Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche y Yucatán. Por el lado estadounidense, están Florida, Alabama, Misisipi, Luisiana y Texas. Además, Cuba tiene dos provincias costeras: Pinar del Río y Artemisa.

Históricamente, el nombre “Golfo de México” ha sido usado desde mapas europeos del siglo XVI, lo que le da un peso cultural de más de 400 años. Aunque Trump quisiera, para cambiar este nombre necesitaría acuerdos internacionales con México y Cuba, así como la aprobación de organismos como la Organización Hidrográfica Internacional.

México responde con sarcasmo.


La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se tomó el comentario con humor y propuso: “¿Por qué no llamamos América Mexicana a Estados Unidos? Se oye bonito”. Por su parte, Marcelo Ebrard, secretario de Economía, aseguró que el golfo mantendrá su nombre. “Dentro de 30 años seguirá siendo el Golfo de México”, afirmó.

¿Puede Trump hacerlo sin permiso?


Aunque difícil, Trump podría lograr el cambio en territorio estadounidense. En el pasado, la Junta de Nombres Geográficos de EE.UU. ha aprobado modificaciones similares, como cuando Barack Obama logró renombrar el monte McKinley a Denali en 2015.

Eso sí, aun si la propuesta avanza en EE.UU., países como México y Cuba seguramente continuarían usando el nombre tradicional. Después de todo, el río que separa a ambos países ya tiene dos nombres: Río Bravo en México y Río Grande en Estados Unidos.

La pregunta sigue siendo: ¿es un capricho más de Trump o realmente buscará este cambio?

Autor Itzel G. Bandala

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