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El presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET), Braulio Arsuaga, ha expresado su preocupación por el reciente aumento de tarifas a los grupos aeroportuarios, que ahora se espera que financien el sistema aeroportuario administrado por las fuerzas armadas. Según Arsuaga, este incremento podría afectar negativamente la rentabilidad de las empresas turísticas a largo plazo.
Arsuaga enfatiza que el sector turístico opera con proyecciones a largo plazo, y los mayores costos derivados de estas tarifas adicionales podrían reducir la rentabilidad de las empresas turísticas. Además, destaca que los márgenes de ganancia se verían afectados, lo que dificultaría la expansión de la industria.
Esta preocupación surge después de que los diputados introdujeran un nuevo artículo en la Ley Federal de Derechos 2024 que requiere que los concesionarios del sector aéreo paguen el 9% anual de sus ingresos brutos para financiar el sistema aeroportuario administrado por el Ejército. Arsuaga también menciona otros desafíos que enfrenta el sector, como la imposibilidad de aumentar las tarifas de los hoteles debido a costos y gastos adicionales, así como el aumento de los salarios mínimos y una posible alza en los aguinaldos de los trabajadores de la industria.
Francisco Madrid, director del Centro de Investigación y Competitividad Turística (Cicotur), cuestiona la idoneidad de esta decisión gubernamental en términos de la planificación de negocios a largo plazo. Señala que los grupos aeroportuarios hacen inversiones a largo plazo bajo una planificación quinquenal, y este cambio en las premisas podría afectar negativamente sus planes y la calidad de los servicios. En última instancia, Madrid advierte que si bien todos desean pagar menos por los boletos de avión, la caída en la calidad de los servicios podría tener efectos perjudiciales en la industria turística.
