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Los soldados ucranianos que estuvieron en la región rusa de Kursk cuentan que su retirada fue como estar en una película de terror. 😱 Recibieron ataques constantes, se enfrentaron a enjambres de drones rusos y vieron cómo su equipo militar quedaba destruido en el camino.
A través de mensajes de Telegram, varios soldados ucranianos, que hablaron bajo alias para proteger su identidad, compartieron sus desgarradoras experiencias de esa “retirada catastrófica”. La ciudad más grande que Ucrania tenía en la región, Sudzha, cayó rápidamente y el caos se desató. Un soldado, Volodymyr, relató el ambiente de pánico que se vivió: “Nos estábamos intentando escapar, pero los drones rusos atacaban todo el tiempo, las 24 horas”, contó. En sus mensajes, destacó cómo las rutas clave entre Sudzha y Sumy, que antes eran relativamente seguras, quedaron totalmente controladas por el enemigo.
Otro soldado, Maksym, detalló que el 11 de marzo, las fuerzas ucranianas trataban de evitar que se cortara una de las principales rutas de escape. “Recibimos la orden de retirarnos, pero los rusos ya tenían a sus mejores tropas, incluidos soldados norcoreanos”, explicó. Los ataques aéreos de drones FPV, extremadamente precisos, fueron una de las principales amenazas para los ucranianos, destruyendo decenas de vehículos militares y dejando las rutas de suministro bloqueadas.
Por su parte, Anton, que estaba en el cuartel general, describió la situación como “catastrófica”. “La logística ya no funcionaba”, dijo, explicando que ya no podían recibir suministros de armas, municiones, ni siquiera comida o agua. En su mensaje, también mencionó cómo tuvo que escapar a pie, sorteando ataques aéreos.
Dmytro, otro de los soldados, comparó lo vivido con “una escena de una película de terror”, ya que las carreteras estaban llenas de vehículos destruidos y los drones no dejaban de atacar. “Caminamos hasta 20 km a pie porque no había otra opción”, relató.
Sin embargo, Artem, un quinto soldado, tuvo una visión más optimista. Desde el hospital, donde estaba recuperándose por heridas de metralla, afirmó que las tropas ucranianas “lucharon como leones” cerca de la localidad de Loknya y que habían logrado evitar que los rusos entraran en Sumy.
A pesar de todo, la situación sigue siendo complicada. El general ucraniano Oleksandr Syrskyi asegura que la retirada fue una estrategia para posicionarse mejor, pero los expertos militares estiman que Ucrania ha perdido más de dos tercios del terreno ganado en la región. Las esperanzas de que Ucrania pudiera cambiar Kursk por otros territorios perdidos se han desvanecido.
Aunque Zelensky dice que la operación cumplió su objetivo al forzar la retirada de tropas rusas del este, el costo ha sido alto, y las pérdidas humanas y materiales son incalculables.
