El domingo 6 de octubre, los pobladores católicos de Tlahuelilpan se unieron para llevar a cabo una hermosa procesión en honor a San Francisco de Asís, una tradición que lleva más de un siglo en pie. Con la imagen del santo al frente, recorrieron las principales calles de la ciudad durante una velada llena de fe y devoción.
En una charla con el Sol de Hidalgo, Enrique Serrano Hidalgo, uno de los participantes, destacó que este evento religioso atrae a numerosos feligreses. Después de la misa en honor al santo patrono, se realizó la segunda entrega de flor de cempasúchil, una costumbre que acompaña esta celebración.
Serrano mencionó que esta arraigada tradición se remonta a tiempos en que los hacendados habitaban la región. En esos días, la gente sacaba al santo en secreto, lo envolvía y lo traía a la ciudad, ya que los hacendados no querían que se rindiera culto a lo que ellos consideraban un simple “pedazo de madera”.
En el pasado, los habitantes caminaban con el santo por la calle Venustiano Carranza para llevarlo a la iglesia, donde se realizaba una bendición y se colocaban numerosos ruedos de cempasúchil en su honor. “Por eso se hace una primera entrega de flores y luego la segunda. Los ciudadanos de las pastorales también venían a la procesión con el Patrón Grande”, añadió Enrique.
Este año, los habitantes tuvieron el honor de ser parte del recorrido en las principales arterias de Tlahuelilpan, lo que les permitió llevar la imagen a la nueva iglesia, donde se celebró una misa especial en su honor.
Para finalizar, Enrique Serrano enfatizó que esta tradición se ha mantenido viva durante más de cien años entre los tlahuelilpenses y que está destinada a continuar por muchos más, gracias a las nuevas generaciones que la heredarán.