Una pareja de Michigan que viajó a México en busca de unas vacaciones relajadas terminó atrapada en una pesadilla. Paul Akeo, un veterano de la Marina de 58 años, y su esposa Christy, de 60, fueron detenidos en Cancún tras una disputa con una empresa de tiempo compartido. Los acusan de fraude, pero su familia insiste en que todo es una farsa.

Todo comenzó el 4 de marzo, cuando los Akeo llegaron a Cancún con la esperanza de disfrutar de unos días de descanso. Según su hija, Lindsey Hull, los arrestaron casi de inmediato, después de que la empresa Palace Resorts los denunciara por haber cancelado más de 116,000 dólares en pagos a través de su tarjeta de crédito el año pasado. Los fiscales mexicanos dicen que la cancelación de los pagos constituye fraude, aunque no se han presentado pruebas concretas aún.
El problema comenzó cuando, después de firmar un contrato de tiempo compartido en 2021 con Palace Elite, una filial de la compañía hotelera, los Akeo se dieron cuenta de que no recibían los servicios prometidos. Tras varios intentos de resolver el asunto, decidieron disputar los cargos ante su tarjeta de crédito. Además, Christy denunció la situación en Facebook, donde muchos otros compartieron experiencias similares.

El abogado de la pareja, John Manly, afirma que todo se debe a una represalia de Palace Resorts, ya que la familia denunció públicamente los cargos fraudulentos. La acusación es grave, y las autoridades mexicanas ya emitieron una orden de arresto. Los Akeo están detenidos en una prisión de máxima seguridad en Quintana Roo, y su hija teme por la seguridad de sus padres, diciendo que “sus vidas están en peligro”.
Por su parte, la empresa Palace Resorts asegura que los Akeo “disputaron cargos legítimos” y que su comportamiento alentó a otras personas a hacer lo mismo. Sin embargo, los Akeo defienden su postura y afirman que solo estaban luchando por sus derechos. La familia ya ha solicitado ayuda al gobierno de EE.UU., y el representante Tom Barrett se ha comprometido a intervenir para que la situación se resuelva rápidamente.
Este caso ha levantado una ola de preocupación en la comunidad turística. Al menos una pareja más, Jenn y su esposo, quienes vivieron una experiencia similar, han decidido no regresar a México por miedo a ser arrestados. “Es una estafa”, dijo Jenn, quien también disputó cargos contra Palace Resorts. ¡Qué locura!