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El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha reafirmado su compromiso de enviar fuerzas especiales estadounidenses a México para confrontar a los cárteles de drogas si llega a ser elegido presidente. Durante una parada de su gira en autobús por Iowa, DeSantis expresó su determinación de tomar medidas enérgicas ante la presencia de los cárteles.
DeSantis señaló su preocupación por la influencia y control que los cárteles tienen, describiendo su actividad como una invasión que está afectando a Estados Unidos y cobrando vidas. El aspirante a la presidencia republicana manifestó que, como comandante en jefe, utilizará todos los poderes disponibles para proteger al país y a su gente.
La declaración de DeSantis fue hecha por primera vez durante el debate presidencial republicano, donde afirmó que enviaría Fuerzas Especiales a México desde el primer día de su presidencia. Su portavoz, Bryan Griffin, explicó que DeSantis declararía una emergencia nacional, movilizaría recursos militares y cambiaría las reglas de enfrentamiento en la frontera para detener el flujo de drogas ilegales.
No obstante, los expertos han advertido sobre las posibles implicaciones diplomáticas y logísticas de emprender acciones militares en México. Designar a los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras podría dar lugar a medidas letales, pero también podría generar controversia diplomática y afectar el comercio bilateral.
La posibilidad de llevar a cabo operaciones militares estadounidenses en suelo mexicano ha sido un tema delicado durante años. Expertos han indicado que la cooperación con el gobierno mexicano sería preferible, pero reconocen que la relación está cada vez más tensa.
En resumen, mientras DeSantis sostiene su propuesta de acción militar en México para enfrentar a los cárteles, los desafíos diplomáticos, logísticos y de cooperación con el gobierno mexicano plantean preguntas sobre la viabilidad y las consecuencias de tal enfoque.
