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Después del macabro hallazgo de un cuerpo dentro de una casa cerca de la Telesecundaria Guillermo González Camarena, en Santa Ana Tlapaltitlán, la comunidad ya no se quiere quedar callada. Vecinas y vecinos están exigiendo a las autoridades de Toluca que pongan manos a la obra y refuercen la seguridad en la zona, especialmente alrededor de la escuela.
La situación está tan pesada que la gente ya no solo pide vigilancia: también están solicitando que se repare el alumbrado público, se limpien los terrenos baldíos y se atiendan varias calles que están en mal estado. Todo esto porque la zona ya se siente como terreno sin ley, algo súper preocupante para quienes mandan a sus hijos a esa escuela o simplemente caminan por ahí.
Todo este reclamo viene luego de un hecho bien fuerte que ocurrió el fin de semana pasado: un grupo de vecinos de la privada Vicente Villada encontró un cadáver amarrado y cubierto con cal dentro de una casa… ¡a menos de 10 metros de la secundaria! 
Y ojo, que no es la primera vez que pasa algo así por ahí. La misma vivienda donde se encontró el cuerpo ya había sido asegurada meses atrás por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México. Por eso la comunidad exige que haya más vigilancia, sobre todo a la hora de entrada y salida de los chavos del turno matutino y vespertino.
Además, denunciaron que los callejones cercanos se han vuelto perfectos escondites para los llamados “moto ratones”, esos que se escapan de la policía como si nada. Estos rincones oscuros y descuidados se han convertido en rutas de escape, y eso tiene muy nerviosa a la gente.
Vecinos también contaron que los terrenos abandonados cercanos a la escuela están hechos un basurero, llenos de desechos de talleres y basura doméstica, lo que representa un riesgo para la salud, especialmente para los estudiantes que pasan por ahí todos los días.
Ya ni se diga de las calles que llevan a la telesecundaria: muchas no tienen iluminación, están deterioradas y eso facilita que haya asaltos o cosas peores. “Nuestros hijos no están seguros”, dicen con desesperación.
La comunidad de Santa Ana Tlapaltitlán quiere acciones reales, no promesas. Están cansados de vivir con miedo y exigen que tanto el gobierno municipal como el estatal tomen cartas en el asunto, antes de que pase otra tragedia.
