amaneciendo.com.mx Tu ventana al mundo
Tres años después de la tragedia que devastó Tula, los vecinos siguen esperando que se terminen las obras prometidas para mitigar los efectos del desbordamiento del río Tula. Este desastre dejó 15 muertos, 71 mil afectados y 31 mil viviendas dañadas en la cabecera del municipio y en otras nueve localidades cercanas.
El río Tula, que colapsó en la madrugada del 7 de septiembre de 2021 tras recibir cerca de 450 metros cúbicos por segundo del Valle de México, aún tiene maquinaria de la última empresa subcontratada trabajando en el tramo final cerca de la calle Leandro Valle. Aunque la Comisión Nacional del Agua (Conagua) prometió que la obra estaría lista para agosto, a principios de septiembre aún se continúa con la construcción.
Durante una inspección reciente, se observó una pesada máquina moviendo tubos usados para construir una barda perimetral, mientras que los vecinos expresan su frustración por la falta de obras secundarias y un sistema de drenaje ineficaz. El mal olor y las moscas invaden las viviendas, y los residentes informan que tuvieron que pedir a los ingenieros que solucionaran estos problemas antes de que se retiraran.
Teresa Serrano Jiménez, una de las afectadas, comentó que el drenaje está obstruido por tierra y piedras, obligando a algunos a usar baños ajenos. También mencionó la necesidad de reinstalar el alumbrado público, ya que los postes fueron retirados y no se han reemplazado, creando un ambiente oscuro y peligroso.
Con una inversión de mil 160.2 millones de pesos del gobierno federal, la obra de reencauzamiento del río debería prevenir futuras inundaciones, aumentando su capacidad para manejar hasta 500 metros cúbicos por segundo. Aunque Conagua asegura que la obra sobrevivió a una de las temporadas de lluvia más intensas de las últimas décadas, la falta de conclusión en algunos puntos ha dejado vulnerables a varias viviendas y ha permitido la instalación de comercios semifijos en la zona afectada.
El impacto de la tragedia se siente aún profundamente en la vida de los residentes, como lo recuerda Serrano: “Antes el río era limpio, podíamos pescar y bañarnos, pero ahora está contaminado”. La infraestructura dañada incluye balnearios, escuelas, hospitales, sistemas de agua potable, y más, con muchos residentes todavía esperando una recuperación total.
Serrano también criticó al exalcalde Manuel Badillo por su conocimiento sobre el avance de las obras, pero lamentó que el actual edil, Mario Guzmán, no haya supervisado ni interactuado con los afectados. “La ciudad aún no se recupera completamente. Muchos comercios han cerrado y hay tramos sin servicios,” concluyó.
