#Venezuela al borde: #Maduro en su tercer mandato, y el regreso de #González agita el panorama.

10 de enero, Palacio Federal Legislativo, Caracas.🏛️

Ese día, Nicolás Maduro se juramentará para su controvertido tercer mandato como presidente de Venezuela, en una ceremonia que se llevará a cabo en el Palacio Federal Legislativo, corazón político de la capital. Sin embargo, este acto formal está envuelto en una nube de incertidumbre debido a las dudas sobre la legitimidad de su reelección.

Aunque el Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por el oficialismo, afirma que Maduro ganó con el 52% de los votos, la oposición asegura que el verdadero vencedor fue Edmundo González Urrutia, quien, según sus cálculos basados en las actas de escrutinio filtradas, obtuvo el 70% de los votos. Este choque de versiones ha creado una tensión creciente en todo el país, a medida que se acerca la fecha del 10 de enero.

Con movilizaciones y marchas ya anunciadas por ambas partes, el ambiente está cargado y las medidas de seguridad han aumentado drásticamente.

¿Regresa González?

González, que salió de Venezuela en septiembre hacia España, ha declarado su intención de regresar al país para asumir también el cargo de presidente. A pesar de las amenazas de arresto por parte de las autoridades venezolanas, quienes aseguran que será detenido si pisa suelo nacional, el excandidato sigue firme en su postura. En su última gira, que lo llevó a Argentina y a Washington, se reunió con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.

Por su parte, el gobierno de Maduro ha dejado claro que cualquier intento de González por regresar será sofocado con fuerza, con el fiscal general, Tarek William Saab, advirtiendo sobre su captura inmediata.

Venezuela blindada.

En Caracas, la seguridad se ha multiplicado. El tráfico vehicular en la Avenida Urdaneta, que conecta con el Palacio Presidencial de Miraflores, ha sido totalmente restringido. Además, la zona alrededor del Palacio Federal Legislativo, donde se celebrará la juramentación de Maduro, se ha convertido en un fuerte operativo de seguridad. Las calles están patrulladas por policías y militares, mientras que el Metro de Caracas y las principales autopistas también están bajo vigilancia intensiva.

El coronel Alexander Granko Arteaga, encargado de la Dirección de Acciones Especiales de la Contrainteligencia Militar (DGCIM), fue quien anunció que más de 1.200 agentes adicionales patrullarán las calles. Según él, “el país está amenazado”, aunque muchos sectores de la oposición creen que este despliegue es excesivo.

Además, fuera de la capital, los controles en las fronteras se han endurecido, con detenciones de extranjeros señalados de estar involucrados en planes en contra del gobierno.

Protestas en puerta.

La oposición no se queda atrás. María Corina Machado, quien no pudo participar en las elecciones presidenciales por una inhabilitación impuesta por el gobierno, ha llamado a una gran protesta el 9 de enero, con el objetivo de exigir la salida de Maduro. A pesar de los riesgos, promete unirse a las marchas.

Y como si no fuera suficiente, Maduro ha lanzado un mensaje desafiante: “El 10 de enero saldremos por millones a las calles, para juramentarnos por Venezuela y la independencia”. Prometió que su presidencia no caerá en manos de “títeres de la oligarquía” y el imperialismo.

El temor de los activistas.

Con la gran militarización y los enfrentamientos verbales cada vez más intensos, los activistas de derechos humanos temen que lo peor esté por venir. Marino Alvarado, del Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea), advirtió sobre el miedo que sienten muchos venezolanos ante la posibilidad de que se repitan escenas de represión y violencia como las que siguieron a las elecciones de julio.

Preocupación internacional.

La ONU también ha expresado su preocupación. Marta Valiñas, presidenta del grupo encargado de investigar crímenes en Venezuela, recordó a las autoridades que los cuerpos de seguridad deben cumplir con los estándares internacionales en el uso de la fuerza. La situación es delicada, y todos parecen esperar lo peor.

Autor Itzel G. Bandala

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