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Una mujer francesa, a quien un tribunal de su país había responsabilizado de su divorcio por no tener relaciones íntimas con su esposo, ha ganado una apelación en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Este fallo ha reavivado el debate sobre los derechos de las mujeres en Francia.
La Sra. H.W., nacida en 1955, llevó su caso ante el tribunal en 2021 después de que se agotaran todas las opciones legales en Francia, casi diez años después de su divorcio. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) dictaminó que las autoridades francesas habían violado su derecho a la vida privada y familiar.
“En este caso, el Tribunal no encontró razón alguna que justifique la intervención de las autoridades públicas en el ámbito de la sexualidad”, señalaron en un comunicado.
Este fallo se da en un contexto sensible en Francia, luego del caso muy mediático de Gisèle Pelicot, cuya historia de abuso estremeció al país y a todo el mundo, desatando una nueva ola de discusiones sobre los derechos de las mujeres.
La Sra. H.W., a través de su abogada, Lilia Mhissen, celebró su triunfo legal: “Espero que este fallo sea un punto de inflexión para los derechos de las mujeres en Francia. Es hora de que el país, al igual que Portugal y España, implemente medidas efectivas para erradicar la cultura de la violación y promover el respeto mutuo y el consentimiento”, afirmó.
Impacto de la sentencia
Aunque el divorcio de H.W. ya es definitivo, la sentencia tendrá un gran peso en futuras decisiones legales en Francia. Según su abogada, esta decisión marca el fin de la idea anticuada de que las mujeres tienen una “obligación sexual” dentro del matrimonio. “Este fallo representa la abolición de la visión tradicional sobre la familia y la sexualidad”, comentó Mhissen.
El Ministerio de Europa y Asuntos Exteriores de Francia aún no ha respondido a las solicitudes de comentarios sobre el fallo.
H.W., quien estuvo casada con su esposo desde 1984 y tuvo cuatro hijos, había buscado el divorcio pero se oponía a que la culparan de la ruptura. Argumentaba que esto era una violación a su privacidad y una agresión a su integridad física, citando problemas de salud y amenazas de violencia por parte de su marido como razones para no haber tenido relaciones sexuales desde 2004.
Además, la situación se complicó aún más debido a que uno de los hijos de la pareja tiene discapacidad mental y física, lo que aumentó la tensión en el hogar.
H.W. expresó que la sentencia original la dejó “profundamente traumatizada”, ya que consideraba que legitimaba un entorno en el que se ignoraba la intimidad y la dignidad de las mujeres.
El caso de H.W. fue respaldado por grupos feministas en Francia, como el Colectivo Feminista contra la Violación, cuya directora, Emmanuelle Piet, expresó su satisfacción: “¡Después de 15 años de lucha, H.W. lo logró! Esto es una victoria para todas las mujeres. Obligar a alguien a tener relaciones sexuales en el matrimonio es una violación”.
¡Un gran paso para los derechos de las mujeres! 🙌
