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Habitantes del pueblo indígena de Ocotepec, ubicado en Cuernavaca, Morelos, retuvieron a varios elementos de la Guardia Nacional después de que ingresaron en estado de ebriedad y agredieron a un grupo de jóvenes. La situación escaló rápidamente, lo que llevó a la intervención de comandantes locales y finalmente a una negociación con mandos militares.
Según testimonios recogidos por Aristegui Noticias de testigos que prefirieron mantener el anonimato por temor a represalias, alrededor de las 21:00 horas del sábado, ocho elementos de la Guardia Nacional, incluyendo una mujer, llegaron al pueblo en una unidad. En la avenida principal, confrontaron a un grupo de jóvenes que estaban afuera de una tienda y a otros que estaban haciendo compras en el comercio.
Los elementos comenzaron a registrar y maltratar a los jóvenes, alegando la posibilidad de venta de drogas debido a la presencia de motocicletas. La situación se volvió violenta, y los elementos incluso llegaron a disparar, provocando el temor y la indignación de los testigos.
La comunidad respondió llamando a las autoridades locales mediante las campanas de la iglesia principal de Ocotepec. Comandantes de la Ronda de Ocotepec, el sistema de seguridad del pueblo basado en usos y costumbres, llegaron al lugar y se percataron de que los elementos de la Guardia Nacional estaban bajo los efectos del alcohol. Intentaron detenerlos, pero los agentes intentaron huir, dispararon y dañaron vehículos y motocicletas en su fuga.
Una multitud de ciudadanos retuvo a los ocho elementos y los llevó a la ayudantía local. La situación se complicó aún más cuando llegaron más elementos de la Guardia Nacional en un intento de intimidar a la comunidad, disparando e hiriendo a varias personas.
Se informa que hay videos que documentan el momento en que los elementos de la Guardia Nacional efectuaron disparos, y las personas afectadas denunciaron el uso excesivo de la fuerza. Sin embargo, también se alega que los agentes tomaron videos de los ciudadanos que resistieron y los confrontaron.
Finalmente, elementos del Ejército Mexicano, incluyendo al general Antonio Ramírez Escobedo, intervinieron para negociar con la comunidad. Se acordó que se cubrirían los gastos por daños a vehículos, gastos médicos para las personas heridas, y se sancionaría a los elementos de la Guardia Nacional de acuerdo con las normas militares. Además, se estableció que temporalmente ningún elemento de la Guardia Nacional ni del Ejército Mexicano ingresaría a Ocotepec y Ahuatepec sin el permiso de las autoridades locales. Se garantizó que no habría represalias contra los pobladores.
