La mañana del 3 de julio de 2024, la violencia golpeó nuevamente el Metro de la Ciudad de México, dejando un saldo de un fallecido y un herido. Un hombre fue baleado fuera de la estación Culhuacán de la Línea 12 en un intento de asalto. A pesar de la rápida intervención de las autoridades, no se reportaron arrestos.

Horas más tarde, otro hombre fue apuñalado en el cuello y tórax en las inmediaciones de la estación Juárez de la Línea 3, ubicada en la avenida Balderas. Elementos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas atendieron al herido, quien fue trasladado a un hospital cercano. Al igual que en el primer incidente, no se detuvieron a los responsables.
Estos hechos subrayan la creciente inseguridad en el sistema de transporte público de la capital, generando preocupación entre los usuarios y llamados a las autoridades para reforzar las medidas de seguridad.
La falta de detenciones en ambos casos refleja una tendencia preocupante en la capacidad de respuesta y prevención de delitos en áreas concurridas. Los usuarios del Metro exigen una mayor presencia policial y estrategias efectivas para garantizar su seguridad durante los desplazamientos diarios.
Las autoridades locales han prometido investigar a fondo estos incidentes y tomar medidas para mejorar la seguridad en el Metro, pero la repetición de eventos violentos sigue afectando la percepción de seguridad entre la población. La urgencia de implementar cambios significativos en la vigilancia y protección del transporte público es evidente, y la ciudadanía espera respuestas contundentes.