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El 29 de julio de 2024, se reportó que una capilla en Eldorado, Sinaloa, fue vandalizada y los cuerpos del padre y hermano de Dámaso López Núñez, conocido como “El Licenciado”, fueron robados. Desconocidos rompieron puertas, ventanas y objetos en el interior de la capilla para llevarse los cuerpos. Este incidente ocurre pocos días después de la detención de Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López en Texas, considerados líderes del Cártel de Sinaloa, lo que podría haber desencadenado represalias en la región.
Dámaso López, antiguo colaborador cercano de Joaquín “El Chapo” Guzmán, había cooperado con el gobierno estadounidense tras su captura en 2017, lo que le permitió una reducción en su sentencia. Sin embargo, el reciente acto vandálico refleja la tensión persistente dentro del cártel y la violencia que continúa afectando a la región.
En febrero de 2021, el Buró Federal de Prisiones de Estados Unidos redujo la condena de cadena perpetua de López, lo que le permitirá salir de prisión en agosto de 2032. Su colaboración con las autoridades estadounidenses ha sido crucial para los esfuerzos legales contra otros miembros del cártel, incluidos los recientes arrestos de líderes prominentes.
El ambiente de inseguridad en Sinaloa sigue siendo un desafío significativo para las autoridades locales y federales, que deben enfrentar tanto la violencia interna entre facciones del cártel como los efectos colaterales de los operativos internacionales contra el narcotráfico.
El reciente vandalismo en la capilla de Eldorado destaca la necesidad urgente de medidas de seguridad más efectivas y una mayor cooperación internacional para abordar la compleja red de violencia y crimen organizado que continúa afectando a México.
