En un trágico episodio que ha conmocionado a la comunidad de Tila, en Chiapas, Carmen López Lugo, destacada miembro del Congreso Nacional Indígena (CNI) y presidenta del consejo de vigilancia ejidal en el periodo 2018-2021, fue asesinada a balazos la noche del viernes pasado. El comunicado emitido por residentes locales sostiene que el homicidio fue perpetrado por individuos vinculados al grupo delictivo conocido como “Karma”, señalando su presunta conexión con precandidatos a la gubernatura.
Las versiones locales también acusan a un grupo criminal encabezado por José Rodrigo Martínez Parcero y su hermana, la doctora Adelaida Cruz de Santis Martínez Parcero, quienes trabajan en la Secretaría de Salud. Según los informes, Adelaida Cruz ocupa el cargo de regidora plurinominal en el ayuntamiento de Tila y lidera este grupo criminal. Entre los señalados se encuentra el supuesto presidente del comisariado legal, Eduardo Gutiérrez Martínez, y Miguel Vázquez Gutiérrez.
A pesar de las denuncias presentadas ante la Fiscalía General del Estado (FGE) y las autoridades federales, los residentes expresan frustración ante la falta de respuesta. La situación de violencia en Chiapas persiste, a pesar de los intentos del gobierno de presentarla como acciones de autodefensa. El llamado a la atención de la comunidad y la denuncia de un narcoestado y narcogobierno son temas recurrentes en la búsqueda de justicia.
Mientras la tensión aumenta en Tila, un segundo incidente violento tuvo lugar en Tuxtla Chico, donde una mujer de edad avanzada fue asesinada a balazos el sábado por la noche. Además, el domingo se hallaron restos humanos en un río en la misma región. Estos eventos desafortunados resaltan la persistente amenaza de violencia que afecta a diversas comunidades en Chiapas.