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La Corte Suprema de Estados Unidos dijo “no va” a la demanda millonaria que México había interpuesto contra varias grandes empresas armamentistas. En una decisión unánime, los 9 jueces dejaron claro que no hay pruebas sólidas de que estas compañías hayan facilitado la venta ilegal de armas a los cárteles de la droga.
La demanda, que pedía 10 mil millones de dólares, fue presentada en 2021 y apuntaba contra ocho fabricantes, entre ellos el famoso Smith & Wesson, acusándolos de prácticas negligentes como distribuir sin control y promocionar armas de alto poder que luego terminan alimentando la violencia en México.
Sin embargo, la jueza Elena Kagan redactó la sentencia que se basa en una ley estadounidense que protege a los fabricantes de armas de ser responsables cuando sus productos se usan para cometer crímenes. Por eso, aunque México denunció que la mayoría de los homicidios violentos están vinculados con armas que cruzan la frontera desde Estados Unidos, el máximo tribunal concluyó que no se pudo probar que las empresas ayudaran directamente a los criminales.
Esta decisión revierte un fallo previo que había dado luz verde para que el caso siguiera en tribunales. La Corte Suprema anuló la sentencia que señalaba a Smith & Wesson y al distribuidor Interstate Arms como responsables de diseñar armas de grado militar con la intención de atraer a los cárteles, asociándolas incluso con las fuerzas armadas de Estados Unidos.
Aunque México sostiene que el tráfico ilegal de armas desde Estados Unidos representa más de 250 millones de dólares al año y alimenta la violencia en el país, la justicia estadounidense optó por proteger a los fabricantes bajo su legislación vigente.
