¡Zimapán se defiende! Vecinos frenan al sindicato foráneo que quiere adueñarse de todo.

De nueva cuenta, el pueblo de Zimapán volvió a encender las alarmas ante la llegada de un grupo que muchos ya identifican como una verdadera amenaza: el llamado sindicato del cemento, el cual estaría vinculado con Aylen Trejo, tía de las niñas que hace poco también estuvieron envueltas en otra polémica local. Según testimonios, este grupo está intentando tomar a la fuerza el control del traslado de materiales en la zona… una actividad de la que depende gran parte de la población para sobrevivir.

No solo buscan meterse en el trabajo de acarreo de materiales, sino que incluso intentan apropiarse de una mina sin tener ni permisos ni respaldo legal. Esto ha causado una fuerte tensión entre los trabajadores locales, principalmente entre transportistas afiliados a organizaciones como la CTM, Catem y CROC, quienes han salido a bloquear carreteras y alzar la voz para defender lo que por años ha sido su fuente de ingreso.

Vecinos y transportistas denuncian que estos foráneos han llegado con actitud violenta, incluso con personas armadas, y han tratado de imponer su presencia por la fuerza. Se reportaron agresiones físicas a choferes y amenazas constantes a quienes se niegan a ceder. La carretera Zimapán–Ixmiquilpan fue una de las más afectadas, con bloqueos que se extendieron por varios kilómetros, causando caos en la región.

Como si fuera poco, al menos seis minas —entre ellas Sago, Carrizal y Guadalupe— tuvieron que frenar operaciones debido al ambiente de inseguridad generado por esta disputa. El miedo y la incertidumbre se apoderaron de muchos trabajadores, que no sabían si podrían regresar a sus labores sin ser hostigados.

Ante esta situación, el presidente municipal decidió salir a marchar junto con la ciudadanía, cargando una pancarta en la que exigía respeto al trabajo local y el rechazo absoluto al sindicato invasor. La imagen recorrió redes sociales y reforzó el mensaje: en Zimapán, la comunidad está unida para defender lo suyo.

Por su parte, el gobierno estatal ya se comprometió a reforzar la seguridad en los caminos y garantizar que las actividades económicas puedan llevarse a cabo sin presiones ni amenazas externas. También se abrió una mesa de diálogo con los líderes transportistas y mineros para buscar una solución pacífica.

Eso sí, los transportistas locales dejaron claro que ellos no avalan bloqueos violentos ni afectaciones a terceros. Su lucha, dijeron, es simplemente por un trabajo justo, sin extorsión, y por la tranquilidad de sus familias. 🕊️💼

Autor Itzel G. Bandala

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