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El presidente Andrés Manuel López Obrador disipa preocupaciones sobre la equidad electoral tras su reunión en Palacio Nacional con Claudia Sheinbaum, precandidata presidencial de Sigamos Haciendo Historia (Morena, PT y PVEM). Enfatiza que el encuentro, que tuvo lugar en un día hábil, fue una visita amistosa donde se discutieron temas personales y familiares, así como las inquietudes de salud del mandatario.
Ante la pregunta sobre la idoneidad de reunirse en un día laborable, López Obrador defiende la naturaleza no partidista del encuentro y declara que no está expresando un respaldo electoral a favor de Sheinbaum. Asegura que la gente decidirá por sí misma y que no se pronunciará en favor de ningún candidato.
El presidente descarta la posibilidad de reuniones frecuentes en Palacio Nacional y subraya que, si bien Sheinbaum es una amiga de 23 años y líder del movimiento al que pertenece, no se restringirá a recibir a otras figuras políticas si así se lo prohíben.
En cuanto a posibles insultos, López Obrador enfatiza su disposición a recibir a quienes respeten, evitando mencionar a la precandidata opositora Xóchitl Gálvez. Revela que la charla con Sheinbaum se centró en temas básicos como el estado de ánimo, el documental de López Obrador y algunos achaques de salud, como su reciente “tutupiche” en la lengua tabasqueña.
Al ser cuestionado sobre si la visita podría afectar la equidad electoral, el presidente rechaza la noción, argumentando que los adversarios políticos vinculan sus acciones y ataques, lo cual no debería interpretarse como una separación entre él y Sheinbaum. Insiste en que la decisión final recae en la voluntad del pueblo.
