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Este fin de semana, Netflix presenta “Dejar el mundo atrás”, una película protagonizada por Julia Roberts y Ethan Hawke que lleva a los espectadores a un apocalipsis tecnológico, manteniendo la intriga a lo largo de toda la trama.
Basada en la novela de Rumaan Alam, la película, dirigida y escrita por Sam Esmail, sigue la historia de los Sandford, una familia de clase media liderada por Amanda y Clay (interpretados por Julia Roberts y Ethan Hawke). Deciden tomar unas vacaciones en una lujosa casa de alquiler para escapar de la rutina de Nueva Jersey con sus hijos Rose y Archie.
La trama da un giro cuando GH Scott y su hija Ruth (Mahershala Ali y Myha’la Herrold), una familia adinerada y de raza negra, tocan a la puerta durante la noche. Reclaman que la casa es suya y, debido a un apagón generalizado, solicitan refugio ofreciendo reembolsar parte del alquiler.
La falta de electricidad, la interrupción de la red wi-fi, la pérdida de la señal de teléfono y mensajes del gobierno en las pantallas de televisión sumergen a los personajes en un misterio apocalíptico. La narrativa explora el miedo, la angustia y la desesperación de los personajes, llevando al espectador a través de la caída de aviones, barcos perdidos y un zumbido ensordecedor que invade el entorno.
Más allá del escenario apocalíptico, la película profundiza en las emociones humanas, el amor familiar, el instinto de protección y la desolación del aislamiento. Además, critica aspectos de la sociedad, como el racismo y el clasismo, que los personajes deben superar para sobrevivir.
El proyecto cuenta con la producción ejecutiva de Barack y Michelle Obama, mientras que el director Sam Esmail, conocido por la serie “Mr. Robot”, aporta su experiencia en el thriller tecnológico. Los fanáticos de la serie encontrarán un guiño especial, un “easter egg”, confirmado por el director en una entrevista con Entertainment Weekly.
