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En su más reciente sesión de política monetaria, el Banco de México (Banxico) decidió mantener inalterada, por sexta vez consecutiva, la tasa de interés en un 11.25%, un nivel que marca un hito en la historia financiera del país.
El comunicado emitido por Banxico señala que esta medida es imperativa para conducir la inflación hacia su meta específica del tres por ciento, proyectada para los trimestres venideros. La entidad bancaria estima que las condiciones económicas actuales propiciarán la consecución de este objetivo hacia el segundo trimestre de 2025.
Hasta el cierre de noviembre, la inflación general en México experimentó un repunte, alcanzando el 4.32%, rompiendo así con una tendencia a la baja mantenida durante nueve meses consecutivos, según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Este aumento en el índice inflacionario se atribuye a un alza en los precios de alimentos, bebidas y tabaco, que registraron un incremento del 6.78% anual. Asimismo, el segmento de educación exhibió un crecimiento del 6.60% en comparación con noviembre de 2022.
Banxico, liderado por Victoria Rodríguez Ceja, identifica diversos riesgos potenciales para la inflación en el futuro, entre ellos, una posible depreciación de la moneda, presiones en los precios de energéticos o productos agropecuarios, así como una resistencia de la economía ante adversidades.
En contrapartida, la entidad destaca que el indicador podría descender si la desaceleración de la economía global es más pronunciada de lo anticipado o si se registra una apreciación en el tipo de cambio.
La decisión de política monetaria de diciembre se fundamenta en la evaluación de la magnitud y diversidad de los choques inflacionarios, así como en las previsiones a largo plazo. La Junta de Gobierno reconoce el avance en el proceso desinflacionario en el país, aunque señala que persisten desafíos en el horizonte económico.
Banxico reitera su compromiso de vigilar de cerca las presiones inflacionarias y otros factores que incidan en la trayectoria del indicador y en sus expectativas. Aunque el panorama aún presenta complicaciones, el banco central destaca el progreso alcanzado en el proceso desinflacionario. La postura de política monetaria se mantiene en línea con la trayectoria necesaria para lograr la convergencia de la inflación a su meta.
