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En la antesala de las elecciones presidenciales de junio en México, los expertos consideran que los resultados no representan un riesgo inminente para la calificación soberana del país. Todd Martinez, director del grupo de deuda soberana de Fitch Ratings, destacó que, aunque las principales candidatas, Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum, provienen de espectros ideológicos opuestos, no se vislumbra un impacto significativo en la calificación soberana.
En un seminario dirigido a inversionistas, Martinez señaló que Sheinbaum, a pesar de sus raíces en el partido de izquierda Morena, presenta un perfil más orientado hacia la tecnocracia. Esta perspectiva, sin embargo, no es percibida como una amenaza para la inversión. Gálvez, por otro lado, representa a la coalición PRI-PAN y PRD, y aunque enfrenta una desventaja en las encuestas, sus antecedentes “amigables con el mercado” son mencionados por el analista.
Martinez subrayó que la próxima administración deberá enfrentar un margen fiscal reducido, lo que probablemente desencadenará discusiones sobre reformas fiscales. La pregunta clave radica en cómo la siguiente administración abordará el crecimiento y las tendencias fiscales. Se espera que se consideren políticas que fomenten la relocalización, especialmente en el sector de energías renovables.
En cuanto al futuro de Petróleos Mexicanos (Pemex), se anticipa que recibirá apoyo, pero con la condición de implementar “reformas estructurales” que contribuyan a reducir sus pérdidas. En este contexto, la necesidad de una reforma fiscal también se vislumbra como una posible medida para abordar el déficit y dirigir el crecimiento económico en los próximos años.
