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El presidente Andrés Manuel López Obrador hizo una nueva denuncia respecto a la corrupción en el Poder Judicial, señalando que esta red de complicidades se gestó durante el gobierno de Carlos Salinas al entregar el control judicial al Partido Acción Nacional (PAN). Enfatizó que este pacto generó privilegios, como los altos salarios y el nepotismo en el ámbito judicial.
Según López Obrador, esta entrega del Poder Judicial al PAN se alinea con la política de privatización impulsada por Salinas, la cual incluyó la desaparición de ejidos, reformas al artículo 27 y la entrega de bancos y empresas, todo en colaboración con el PAN. Además, recordó que fue durante el sexenio de Salinas cuando se construyeron grandes fortunas en México.
El presidente también mencionó la influencia del panista Diego Fernández de Cevallos en estas componendas entre el PRI y el PAN. Señaló que los recomendados de ambos partidos ingresaban al Poder Judicial, convirtiéndolo en un instrumento al servicio de una minoría privilegiada.
López Obrador destacó la corrupción arraigada en el Poder Judicial, donde los altos salarios eran parte de la estrategia para mantener el control y comprar lealtades. Esta corrupción se evidencia en decisiones judiciales como la reciente liberación de cuentas de la esposa de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública.
Ante esta situación, el presidente propuso reformar el Poder Judicial para que la designación de ministros, magistrados y jueces sea mediante elecciones populares, en lugar de arreglos cupulares. Esta medida, según López Obrador, promovería una mayor responsabilidad por parte de los jueces al estar sujetos al escrutinio del pueblo.
