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En respuesta al incremento de casos de Síndrome de Guillain-Barré (SGB) en Tlaxcala, la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH) ha activado protocolos para prevenir la importación de esta enfermedad a la región.
La SSH ha establecido un escudo preventivo con el objetivo de evitar el surgimiento de brotes o el aumento de casos de SGB en el territorio, en vista de la alerta epidemiológica declarada en Tlaxcala desde el pasado cinco de marzo.
La información fue proporcionada por la SSH en respuesta a una solicitud de información, en la cual destacan el aumento registrado en la entidad vecina durante el primer trimestre del año.
En este contexto, se ha notificado a las unidades de primer y segundo nivel de atención sobre la implementación de una vigilancia epidemiológica especializada en Parálisis Flácida Aguda (PFA), incluyendo el diagnóstico diferencial de Campylobacter jejuni.
La PFA se manifiesta como una pérdida repentina de la fuerza muscular en las extremidades, con síntomas como hipotonía, hiporreflexia o arreflexia, así como incapacidad para realizar movimientos voluntarios. La vigilancia se centra en determinar o descartar casos de SGB, considerando diversas etiologías como distrofia muscular progresiva, miastenia gravis, y enfermedades infecciosas como poliomielitis, botulismo, Zika, neuroinfecciones por herpes, citomegalovirus o enterovirus.
Hasta el momento, en Hidalgo se ha mantenido el cumplimiento de los objetivos del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de PFA y Poliomielitis, sin detectar alteraciones por encima del reporte anual.
Durante el 2023, se notificaron 34 casos de PFA, con un 82% diagnosticado como SGB. En lo que va del 2024, hasta la semana epidemiológica 10, se han reportado siete casos de PFA en la entidad, sin alteraciones significativas respecto al mismo periodo del año anterior.
El SGB, caracterizado por una parálisis aguda distal y simétrica, resulta de la inflamación de los nervios debido a la acción del sistema inmune. Sus síntomas incluyen pérdida de sensibilidad, hormigueo, dolor similar a un calambre, movimiento descoordinado, visión borrosa y caídas. La enfermedad puede poner en riesgo la vida al interferir con funciones vitales como la respiración, presión sanguínea y ritmo cardíaco.
