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En la cabecera municipal de Mixquiahuala, comerciantes han notado la presencia de migrantes centroamericanos que buscan oportunidades laborales realizando labores básicas para ganar dinero. Aunque su presencia no causa molestias, los comerciantes reconocen que el pago por sus servicios es insuficiente, e incluso en ocasiones, no reciben el salario completo.
Los migrantes se desempeñan como ayudantes en diversos comercios, panaderías y establecimientos de comida, realizando tareas de limpieza y asistencia en torterías y tortillerías. A pesar de desempeñar jornadas laborales de ocho horas diarias, su remuneración es mínima.
En el mejor de los casos, algunos migrantes reciben hasta setecientos pesos por semana, mientras que otros obtienen quinientos pesos quincenales. Este salario, lejos de ser considerado digno para el trabajo desempeñado, representa una disparidad significativa respecto al salario mínimo estipulado en el estado de Hidalgo, que asciende a 250 pesos por jornada.
Cabe destacar que la mayoría de los migrantes no planea establecerse permanentemente en Mixquiahuala, ya que consideran este lugar como una etapa transitoria en su camino hacia los Estados Unidos de América, según relatan los comerciantes locales.
Diversidad de Nacionalidades entre los Migrantes
En cuanto a la diversidad de nacionalidades, se ha informado que la mayoría de los indocumentados provienen principalmente de Cuba y Venezuela. Los comerciantes reconocen fácilmente su origen por el peculiar acento al hablar, describiéndolo como un tono distintivo que no corresponde al acento mexicano.
Además del desafío salarial, los migrantes también enfrentan el aumento de precios en productos básicos en la región del Valle del Mezquital. El costo del kilo de tortillas ronda los veinticinco pesos, mientras que el pan de bolillo supera los cinco pesos, y un kilo de carne de res alcanza los doscientos pesos, afectando aún más la economía de quienes buscan ganarse la vida en esta comunidad.
