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Ismael Rueda, portavoz de Identidad Celestial México, representando a la iglesia evangélica, ha señalado que Hidalgo figura en el tercer puesto nacional en incidentes de discriminación basados en creencias religiosas. A pesar de que ha presentado denuncias al respecto, Rueda afirma que existen cientos de casos no reportados debido al temor de los residentes a ser desterrados de sus comunidades y perder sus posesiones.
Explicó que la expresión de la fe en ciertos lugares conlleva mantener una congregación de manera indefinida, pero las diferentes prácticas culturales pueden llevar a acciones ilegales, ya que algunos no se adhieren a los principios establecidos en la Constitución mexicana. Esto puede desencadenar una serie de abusos que incluyen arrestos, humillaciones, burlas, desprecio, imposición de tarifas por servicios y violencia física.
“Esto resulta en la expulsión de ministros religiosos que intentan cambiar la fe predominante, en este caso, la católica, en las comunidades”, explicó, haciendo hincapié en la situación, especialmente en las regiones de la Huasteca y el Valle del Mezquital, donde las autoridades pertinentes no han tomado medidas.
Rueda informó que ha mantenido comunicación con la Dirección de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobierno estatal, aunque señaló que este departamento ha estado sin titular desde el inicio del actual gobierno en Hidalgo.
Según datos proporcionados por el gobierno federal y la Iglesia Evangélica, Hidalgo registra el tercer lugar a nivel nacional en cuanto a número de casos de discriminación religiosa, pero Rueda sugiere que la cifra podría ser incluso un 300 o 400 por ciento mayor.
Su estimación se basa en el hecho de que “hay muchos más casos de los que se reportan oficialmente, pero la gente teme ser excluida de su comunidad, donde sus propiedades y bienes serían confiscados”. Por lo tanto, las prácticas culturales predominantes suelen imponerse, y los afectados prefieren pagar multas, participar en tareas comunitarias o contribuir a ritos religiosos diferentes a su propia fe en lugar de enfrentar represalias.
Además, Rueda señaló que las denuncias por discriminación religiosa suelen resolverse de manera extrajudicial, ya que los jueces no cumplen adecuadamente con su deber, y los acuerdos se alcanzan con la intervención de la Dirección de Asuntos Religiosos.
