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Con más de cuatro décadas de trayectoria, un icónico establecimiento ubicado en la calle Allende se prepara para cerrar sus puertas debido a la venta del edificio que lo alberga.
Arturo Islas Zapata, quien pronto cumplirá 80 años, ha dedicado más de seis décadas de su vida al arte de la peluquería en Pachuca, atendiendo tanto a hombres como a mujeres.
La Estética Unisex D´Arthur, ubicada en el corazón de la ciudad, se verá obligada a cerrar a finales de abril, tras 42 años de servicio, debido a la próxima venta del edificio que actualmente ocupa.
Conocido cariñosamente como “el maestro” por sus clientes, Islas Zapata ve en esta venta una oportunidad para adelantar su proceso de jubilación. Su hija, también dedicada al estilismo, continuará con su legado en un nuevo local situado en la Avenida Juárez.
A pesar de contar únicamente con cuatro sillones de barbería y un modesto equipo de herramientas, que incluyen tijeras, peines, máquina de afeitar, navaja, cepillos y espumas, el señor Arturo sigue atendiendo a su fiel clientela, muchos de los cuales lo han acompañado por más de cuatro décadas y ahora planean seguir con su hija.
“Esto se está acabando”, lamenta Arturo, mientras rememora la amplia gama de clientes que han pasado por su peluquería, desde políticos y empresarios hasta médicos y jóvenes.
El Dr. Luis Lagarde fue padrino del negocio en 1982, pagando entonces 75 mil pesos por seis meses de renta a la Sra. María Paz de Baños Corella. La bendición del establecimiento fue impartida por el presbítero Carlos Madrigal, según una nota de la época publicada en El Sol de Hidalgo bajo el título “Con los Mejores Augurios se Inaugura la Estética Unisex D´Arthur”, la cual se encuentra enmarcada en un cuadro junto con el primer recibo de renta del local.
Islas Zapata, mientras atiende a sus clientes, comparte recuerdos de su juventud como deportista en el Centro Social y Deportivo Pachuca. Además, muestra dos identificaciones de los Servicios Coordinados de Salubridad y Asistencia del Estado de Hidalgo, que le permitieron trabajar en peluquerías a la edad de 16 y 17 años.
A pesar del cierre, el mayor orgullo de Islas Zapata es ver a sus hijos convertidos en profesionales y disfrutar de su rol de bisabuelo. Aunque el establecimiento cierre sus puertas, su legado continuará a través de su hija, quien tomará las riendas del negocio mientras él disfruta de su merecido descanso.
