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Periodistas de Morelos demandan justicia tras el homicidio de Roberto Figueroa, en un acto de protesta frente a la ofrenda floral dedicada a las víctimas de la violencia en el palacio de gobierno del estado. El comunicador, reportero y productor de contenido en internet, fue secuestrado y asesinado, lo que ha generado un fuerte repudio entre sus colegas.
En medio de la manifestación, Jaime Luis Brito, corresponsal de Proceso, leyó un comunicado donde resaltó que este crimen es una evidencia más de la grave situación de violencia que atraviesa Morelos, un estado donde la sensación de seguridad es prácticamente inexistente. Además, se denunció la falta de acciones contundentes por parte del gobierno estatal y la Fiscalía General de Justicia para detener la escalada de violencia que ha convertido a la entidad en una de las más peligrosas del país.
Se reveló que Figueroa tenía vínculos con la candidata a la gubernatura, Lucía Meza, de la coalición Dignidad y Seguridad por Morelos Vamos Todos, integrada por varios partidos políticos.
Los allegados del comunicador relataron que desapareció tras dejar a sus hijas en la escuela, en el municipio de Huitzilac, al norte de Cuernavaca, una zona considerada de alto riesgo. Según fuentes de seguridad, fue interceptado al regresar a su hogar y se comunicó con su esposa en dos ocasiones para pedirle dinero a cambio de su liberación.
La fiscalía de Morelos no ha confirmado ni desmentido esta versión, manteniendo silencio desde el viernes en que ocurrió el homicidio.
Los periodistas recalcaron que este crimen representa un grave atentado contra la libertad de expresión, instando al gobierno estatal a no eludir su responsabilidad en materia de seguridad. Asimismo, exigieron una investigación pronta y rigurosa por parte de las autoridades, así como medidas concretas para proteger la labor periodística y evitar la impunidad en casos como este.
En medio de la exigencia de justicia, se hizo un llamado al Congreso local para fortalecer las garantías de libertad de expresión y protección a las fuentes informativas, instándolos a no politizar los crímenes.
