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La búsqueda desesperada de oportunidades laborales está llevando a una significativa emigración de mano de obra desde las 55 comunidades de Tula, Hidalgo hacia los Estados Unidos de América.
Beatriz Viridiana Rodríguez Cruz, regidora del Ayuntamiento de Tula y presidenta de la Comisión del Migrante, reconoció este fenómeno, subrayando que la falta de oportunidades está forzando a muchos a buscar trabajo en el extranjero, generando así rupturas familiares y relaciones intermitentes entre padres e hijos.
Principalmente hombres, los habitantes locales están optando por cruzar la frontera hacia el país del norte para trabajar en diversos sectores, con el único objetivo de asegurar ingresos económicos que sostengan a sus familias.
El sacrificio de estos migrantes se ve reflejado en largos periodos de separación de sus seres queridos, incluso algunos llevan consigo a sus hijos mayores, dejando atrás a los más pequeños. A su regreso, años después, encuentran que esos pequeños ya han crecido.
Las labores predominantes entre los migrantes incluyen trabajos en el campo, construcción y sector restaurantero, aunque desafortunadamente, el impacto de su retorno a la comunidad no es significativo en términos de desarrollo local.
Este ciclo migratorio, conocido como el “sueño americano”, se perpetúa de generación en generación entre los ciudadanos de Tula, con más de mil habitantes originarios de la región emigrando hacia los Estados Unidos desde hace tiempo.
A pesar de esta situación, la Comisión del Migrante continúa brindando apoyo a las familias de los migrantes, ofreciendo servicios gratuitos de trámites de doble nacionalidad, documentos personales y asesoramiento legal. Además, colabora estrechamente con el gobierno estatal en el proceso de repatriación de cuerpos a México, reconociendo así la importancia de los migrantes en el desarrollo económico del municipio.
