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Londres. Karim Khan, fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), ha pedido recientemente órdenes de captura contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y líderes de Hamas por presuntos crímenes de guerra y contra la humanidad en Gaza e Israel. Este movimiento le ha generado una avalancha de críticas, especialmente del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien calificó la solicitud de escandalosa y afirmó que Israel y Hamas no son comparables.
Khan defendió su postura, destacando que nadie tiene permiso para cometer crímenes de guerra. Argumentó que todos los civiles, independientemente de su nacionalidad, tienen el mismo valor en un mundo cada vez más polarizado. El fiscal subrayó que la CPI no puede tener un doble rasero y que el mundo observa cómo las instituciones globales defienden el derecho internacional.
En una entrevista con el Sunday Times, Khan rechazó las comparaciones entre Israel y Hamas, señalando que Israel, con su democracia y su tribunal supremo, tiene derecho a proteger a su población y recuperar a los rehenes capturados por Hamas. Sin embargo, reiteró que esto no justifica la comisión de crímenes de guerra o de lesa humanidad.
Khan mencionó situaciones específicas en Gaza, como el corte de agua y los ataques a personas que hacían fila para recibir alimentos, así como a miembros de agencias de ayuda, como ejemplos de violaciones graves de derechos humanos.
La controversia sobre la imparcialidad de la CPI y su capacidad para aplicar la ley de manera equitativa resuena a nivel mundial, especialmente en América Latina, África y Asia, donde muchos países están atentos a cómo las instituciones internacionales manejan estos casos.
