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Los administradores de la clínica de Hemodiálisis de Huejutla anunciaron un cierre temporal debido a la falta de agua en sus instalaciones. Ante esta situación, María del Carmen Blas Cruz, quien posee un pozo en su domicilio, organizó un esfuerzo comunitario. Solicitó a diez propietarios de recipientes de mil 200 litros que acudieran a su vivienda para llenarlos con agua, asegurando así que la clínica no se quedaría sin servicio.
Además, propietarios de camionetas pick-up utilizadas generalmente para la venta de agua en colonias de Huejutla, se unieron al esfuerzo. Aportaron agua de forma gratuita, evitando así el cierre parcial que se había anunciado previamente. Esta acción benefició directamente a los pacientes que dependen del tratamiento en la clínica.
En otra institución, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), ubicado en el bulevar Bicentenario, también enfrentó problemas debido a la escasez de agua. Sin embargo, la misma colaboración de vecinos con pozos particulares permitió abastecer el servicio de baños en estas instalaciones.
La grave situación se debe a más de tres meses sin lluvia en Huejutla, afectando severamente a las fuentes de abastecimiento como los ríos Los Hules y Candelaria, que han dejado de bombear agua a familias, clínicas y negocios en la zona. La solidaridad comunitaria con el uso de pozos particulares ha aliviado en parte este problema crucial de servicios básicos en la región.
