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Más de 200 referentes del PRI solicitan la remoción de Alejandro Moreno y proponen una dirigencia interina para enfrentar la crisis del partido. En un pronunciamiento, destacados militantes del PRI pidieron la separación de Alejandro Moreno de la dirigencia debido a la grave crisis que enfrenta el partido y la necesidad de redefinir su viabilidad política.
El documento, firmado por más de 200 exdirigentes nacionales y estatales, exlegisladores y consejeros locales, propone una directiva interina que lidere la próxima asamblea nacional. Esta dirigencia interina sería elegida democráticamente y estaría conformada por expresidentes del Consejo Político Nacional y cuadros de trayectoria, prestigio y reconocimiento. Su tarea principal sería conducir los trabajos de la asamblea de manera colegiada, autocrítica e incluyente.
Los firmantes también piden posponer la asamblea nacional convocada por Moreno, actual presidente del Comité Directivo Nacional del PRI. La nueva dirigencia se encargaría de realizar una evaluación seria de los problemas y retos del partido y de implementar las transformaciones profundas necesarias. Además, convocarían a elecciones para elegir a la nueva dirigencia nacional.
Uno de los puntos clave del pronunciamiento es reforzar el principio de no reelección de la dirigencia en los nuevos documentos básicos del partido. Los militantes acusan que bajo el liderazgo de Moreno se han producido divisiones y expulsiones de miembros valiosos, además de centralizar decisiones sin consulta.
Critican que tras el fracaso electoral de 2021, Moreno ignoró las recomendaciones de renunciar y convocó a una asamblea nacional para extender su mandato hasta agosto de 2023, sin atender la crisis interna del partido. Ahora, convocan apresuradamente a una nueva asamblea nacional antes de concluir formalmente el actual proceso electoral, con el propósito de manipular y operar una reforma estatutaria para hacer posible la reelección del actual presidente del CEN.
Los militantes acusan que el objetivo de Moreno es concentrar aún más atribuciones, como la de nombrar directamente a los coordinadores de las fracciones parlamentarias en las legislaturas federales y estatales. Los priistas manifestaron su preocupación sobre el objetivo de la Asamblea Nacional del próximo domingo y pidieron la separación de la dirigencia, designando una presidencia interina que conduzca los trabajos para la renovación de los órganos de dirección del partido.
Entre quienes apoyan y firman el pronunciamiento se encuentran dirigentes históricos del PRI como Dulce María Sauri, Enrique Ochoa, Pedro Joaquín Coldwell y José Antonio González. También destacan el excandidato presidencial Francisco Labastida y el exsecretario de Turismo, Enrique de la Madrid, así como un bloque de exgobernadores, exdirigentes estatales y exintegrantes del Comité Ejecutivo Nacional.
Estos líderes han alzado la voz ante la inminente asamblea del 7 de julio, acusando a “Alito” Moreno de querer reformar los estatutos del PRI para reelegirse por cuatro años más y consolidar el control absoluto del partido, incluyendo la designación de los coordinadores del Congreso.
