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La llegada de Benjamín Netanyahu a Estados Unidos se ha convertido en un evento clave para el futuro de la guerra en Gaza. El primer ministro de Israel, aterriza en Washington este lunes para sostener importantes reuniones con funcionarios estadounidenses y pronunciar un discurso ante el Congreso. Sin embargo, esta visita se verá opacada por la inesperada retirada del presidente Joe Biden de la carrera presidencial de 2024.
El objetivo principal de la visita de Netanyahu es crucial: alcanzar un acuerdo de cese al fuego en Gaza. Altos funcionarios estadounidenses aseguran que un acuerdo está cerca, pero la gran incógnita es si Netanyahu realmente desea llegar a uno. Las opiniones en Israel están divididas: algunos creen que prolongar la guerra beneficia más al primer ministro que ponerle fin.
Netanyahu ha ganado tiempo político gracias a la guerra, evitando así asumir responsabilidades por los fracasos que llevaron a los ataques del 7 de octubre. Las elecciones se han pospuesto y su partido ha visto mejorar sus perspectivas. No obstante, los socios de su coalición de derecha han amenazado con abandonar el gobierno si se llega a un acuerdo de paz.
El presidente Joe Biden, quien se reunirá con Netanyahu esta semana, también ha expresado su escepticismo. Biden ha criticado abiertamente la prolongación del conflicto en Gaza, donde más de 39.000 palestinos han muerto, según el Ministerio de Salud palestino. En una medida sin precedentes desde la era de Ronald Reagan, Biden suspendió el envío de municiones a Israel debido a las preocupaciones por las víctimas civiles.
La retórica de Netanyahu ha minado la confianza en su compromiso de alcanzar un acuerdo, a pesar de que su equipo negociador ha estado en constante comunicación con Hamas, intercambiando propuestas que acercan a ambas partes a un posible acuerdo. La presión pública en Israel, liderada por las familias de rehenes, exige un acuerdo inmediato.
El papel de Estados Unidos es crucial en estas negociaciones. El secretario de Estado Antony Blinken y el presidente Biden han mostrado su apoyo a Israel en diversas ocasiones, pero también han presionado para que se llegue a un cese al fuego. La dinámica entre Biden y Netanyahu será determinante en las próximas semanas.
La visita de Netanyahu a Washington también será una oportunidad para evaluar el apoyo que aún tiene en Estados Unidos. Aunque se espera que reciba una cálida bienvenida en el Congreso, los altos funcionarios y legisladores estadounidenses aprovecharán para insistir en la necesidad de un acuerdo de paz.
En el trasfondo de estas negociaciones, la figura del expresidente Donald Trump también juega un papel importante. Trump, conocido por su apoyo incondicional a Israel, ha criticado los esfuerzos de Biden para moderar las acciones israelíes en Gaza. Sin embargo, incluso Trump ha instado a Israel a poner fin rápidamente a la guerra en el pasado.
La visita de Netanyahu a Estados Unidos podría marcar un punto de inflexión en el conflicto en Gaza. Con la presión tanto interna como externa, la gran pregunta es si el primer ministro israelí dará un paso significativo hacia un acuerdo de cese al fuego, o si las tensiones y desafíos políticos internos lo mantendrán en una postura de prolongación del conflicto.
La comunidad internacional y los ciudadanos de Israel observan con atención, esperando que las reuniones en Washington traigan finalmente un avance hacia la paz en Gaza.
