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En el famoso barrio 23 de Enero en Caracas, los colectivos chavistas están pintando una X negra en las casas de quienes critican al gobierno de Nicolás Maduro. Los residentes están reportando amenazas de secuestro por parte de estos grupos afines al régimen.
La situación en Venezuela está cada vez más tensa a medida que surgen nuevas denuncias sobre violaciones a los derechos humanos después de las últimas elecciones presidenciales. En estos comicios, Maduro se declaró ganador en medio de graves acusaciones de fraude electoral.
En el emblemático barrio 23 de Enero, se están viviendo actos de intimidación preocupantes hacia aquellos que se atreven a protestar contra el gobierno. Según un informe del diario venezolano El Nacional, los grupos chavistas han comenzado a marcar con una X en color negro las viviendas de los opositores, buscando identificarlos y crear un ambiente de miedo. Las personas marcadas reciben advertencias de que podrían ser secuestradas si continúan expresando su desacuerdo con el gobierno.
Una fuente indicó: “Son demasiadas casas. Eso muestra que hay mucha gente en contra del gobierno en el mismo área de los colectivos chavistas”. El 23 de Enero, donde reposan los restos del fallecido presidente Hugo Chávez, se ha convertido en un símbolo tanto de la resistencia a la dictadura de Maduro como de la represión que sufren quienes se oponen al régimen.
Mientras tanto, el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela ha comenzado a revisar los resultados de las elecciones en medio de una creciente desconfianza internacional. La presidenta del tribunal, Caryslia Rodríguez, anunció que se iniciará el peritaje una vez que se haya reunido toda la evidencia solicitada por Maduro, quien enfrenta acusaciones de manipulación electoral.
El Consejo Nacional Electoral reporta que Maduro obtuvo 6,4 millones de votos, frente a los 5,3 millones de su rival, Edmundo González Urrutia. Sin embargo, la oposición afirma que su candidato realmente obtuvo 7,3 millones de votos, mientras que Maduro apenas alcanzó 3,3 millones, generando dudas sobre la legitimidad del proceso electoral.
La situación en Venezuela sigue siendo crítica y los actos de intimidación en barrios como el 23 de Enero reflejan el ambiente hostil hacia quienes se oponen al régimen chavista.
