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El presidente Andrés Manuel López Obrador evitó responder directamente a las acusaciones del líder del PRI, Alejandro ‘Alito’ Moreno, quien denunció que senadores de su partido han sido amenazados por grupos del crimen organizado. Según Moreno, estas presiones buscan que legisladores voten a favor de la reforma al Poder Judicial impulsada por Morena, la cual ha generado una fuerte controversia.
Durante la conferencia mañanera del 9 de septiembre, López Obrador fue cuestionado sobre estas denuncias. Sin embargo, el presidente optó por mantenerse al margen, afirmando que los involucrados son libres de expresar sus opiniones. Aunque evadió comentar sobre las acusaciones, dejó claro que no conocía a uno de los denunciantes, Larry D. Rubín, lo que acentuó su postura de no entrar en controversias.
Alito Moreno, por su parte, insistió en que las amenazas han generado temor en varios senadores de oposición, lo que llevó a que algunos solicitaran licencias preventivas en caso de enfrentar represalias el día de la votación. Moreno también responsabilizó al gobierno federal por cualquier situación que ponga en riesgo la seguridad de los legisladores que se oponen a la reforma.
La reforma judicial, prevista para ser discutida el 10 de septiembre en el Senado, ha sido objeto de intensos debates, con la oposición resistiéndose a las medidas que, según afirman, permitirían al gobierno controlar al Poder Judicial. Moreno enfatizó que, a pesar de las amenazas, el PRI se mantendrá firme y no cederá ante las presiones del oficialismo.
A medida que se acerca la fecha clave para la votación, la tensión aumenta, con Morena buscando consolidar los votos necesarios para aprobar la reforma, mientras la oposición se organiza para frenarla.
