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Parece que el invierno ha decidido ponerse más serio este año, ¡y EE.UU. está sintiendo el frío como nunca! Esta temporada, el país ha tenido que lidiar con al menos ocho ráfagas heladas provenientes directamente del Ártico.
Aunque la temperatura sigue subiendo a nivel global, este enero ha sido el más frío en los 48 estados contiguos desde 1988. ¡Y eso es mucho decir! 😲 Sin embargo, mientras EE.UU. se congela, el resto del mundo ha estado disfrutando de uno de los meses más cálidos de la historia.
Entonces, ¿qué está pasando? Los científicos lo tienen claro: el vórtice polar está causando estragos. Este fenómeno, que normalmente mantiene el aire frío atrapado en el Ártico, se está comportando de una manera muy rara. La combinación de este vórtice “rebelde” y un patrón atmosférico peculiar está enviando ráfagas gélidas directamente hacia el sur.
Zeke Hausfather, experto de la Universidad de California en Berkeley, dice que la cultura del invierno está cambiando: “Estamos perdiendo la referencia de lo que es un invierno normal”. El cambio climático y el aumento de las temperaturas globales están acelerando este proceso, por lo que los inviernos están empezando a sentirse más calientes en general.
Pero, ¿qué ha causado este “frío extremo”? Para entenderlo, debemos mirar al Círculo Polar Ártico. Este año, las altas presiones están actuando de forma diferente, bloqueando el aire frío y empujándolo hacia el sur, afectando incluso a lugares como Dallas y Nueva Orleans, que experimentaron temperaturas bajo cero y hasta nevada récord.
Según Judah Cohen, un meteorólogo experto, este tipo de patrón es cada vez más común, y no es solo una coincidencia. A medida que el Ártico se calienta, el vórtice polar se está debilitando, lo que permite que más aire helado se desplace hacia las regiones más cálidas del planeta.
Y no es algo nuevo: en 2021, un vórtice polar similar provocó un gran brote de frío que congeló a Texas y causó miles de problemas. ¡Imagina lo que podría pasar si esto se vuelve más frecuente!
En resumen, aunque los científicos aún no tienen todas las respuestas, el cambio climático sigue siendo un factor importante en todo este caos climático. Aunque el planeta se calienta, el frío extremo podría seguir siendo parte de la ecuación, aunque tal vez no tan fuerte como antes. Y eso, como advierte Jennifer Francis del Centro de Investigación Climática Woodwell, puede traer mucha más disrupción en el futuro.
