Después de casi dos semanas desaparecida, la joven Lorena Jaqueline Morales Valencia, de 28 años, fue encontrada sin vida el pasado 4 de junio en un terreno baldío de la colonia Valle del Campestre, en León, Guanajuato. Las autoridades confirmaron que su cuerpo presentaba signos claros de violencia, y aunque aún no han dado a conocer los resultados oficiales de la necropsia, todo apunta a que se trataría de un feminicidio.

Lo que encendió las alarmas y aceleró las investigaciones fue la aparición de videos captados por cámaras de seguridad. En ellos se ve a Juan Antonio “N”, el exjefe y excompañero de cuarto de Lorena, saliendo del edificio con un bulto envuelto en cobijas y luego cargando dos maletas grandes. Esto levantó sospechas de inmediato.
Tras estos indicios, la Fiscalía General del Estado de Guanajuato no perdió tiempo y detuvo a Juan Antonio como el principal sospechoso, quien además fue el que finalmente reveló dónde estaba el cuerpo de Lorena. Los agentes realizaron un cateo en su domicilio, que sumado a su vínculo cercano con la víctima, fortaleció la línea de investigación en su contra.
La noticia ha causado indignación y un movimiento fuerte en redes sociales, donde colectivos feministas y la sociedad en general están exigiendo justicia para Lorena. Sus familiares y amigas han denunciado una vez más la violencia sistemática que enfrentan las mujeres en la región y piden que este caso no quede impune.
La Fiscalía aseguró que esta investigación se está llevando con perspectiva de género, y que no se escatimarán recursos para esclarecer los hechos y garantizar el acceso a la justicia para la familia de Lorena.