Aunque desde 2019 en Hidalgo se prohibieron los plásticos desechables, el problema lejos de resolverse, se salió de control. Según la Sociedad Ecologista Hidalguense (SEHI), el consumo de este tipo de materiales se ha disparado entre un 70 y 80% en los últimos años, y todo apunta a que las autoridades se han quedado de brazos cruzados.

Marco Antonio Moreno Gaitán, quien encabeza esta organización ecologista, advirtió que ni la Semarnath estatal, ni la Semarnat federal, ni la Proespa, ni la Profepa han hecho lo que les toca para hacer valer la ley. Y peor aún: no hay datos oficiales claros sobre cuántos residuos plásticos se están generando en cada municipio.
“Todo se ha vuelto a llenar de plásticos, casi como antes… o peor”, expresó Moreno Gaitán.
Durante la emergencia sanitaria por COVID-19, se produjo una avalancha de plásticos, especialmente para fines médicos, como bolsas para cadáveres y equipo de protección. Pero una vez pasada la crisis, muchos negocios y personas simplemente volvieron a usar plásticos de un solo uso como si nada hubiera pasado. 🛍️
A pesar de que en 2019 se modificó la ley para limitar estos materiales, hoy la situación es crítica. Aunque al principio hubo avances, como el cierre de algunas fábricas de bolsas, el impulso se estancó y ahora pareciera que la ley quedó en el olvido.
Por si fuera poco, la Semarnath sigue trabajando con leyes viejas y desactualizadas, lo que dificulta muchísimo atender el problema como se debe. El enfoque actual, según el ecologista, ha sido culpar al ciudadano promedio, proponiendo hasta tasas por manejo de residuos en casa, cuando el verdadero cambio debería empezar en las empresas, regulando los empaques y envolturas.
“El problema no es que la gente no quiera reciclar, el problema es que todo lo que compramos ya viene en plástico y no hay control desde la industria”, sentenció Moreno.
Y si hablamos del impacto ambiental, los datos son escalofriantes: cada persona en México genera en promedio 1.3 kilos de basura al día, y alrededor de 800 gramos son plásticos que no se reutilizan, según Semarnat. La situación se agrava en zonas urbanas, donde la basura crece sin control.
Aunque en 2020 se logró evitar el uso de 5.4 millones de bolsas plásticas y 64 mil popotes, ese avance no fue suficiente. Hoy en día, los restaurantes y comercios siguen repartiendo vasos, platos y empaques desechables como si fuera lo más normal del mundo.
La Coordinación Interinstitucional para diagnosticar los residuos sólidos en municipios reveló que Hidalgo genera cerca de 2 mil 694 toneladas diarias de basura, de las cuales:
- 7.6% son plásticos rígidos y películas
- 6.7% corresponden a pañales
- 2.6% es PET
- Y otras fracciones más pequeñas incluyen poliestireno, poliuretano, hule y fibras sintéticas.
El gran problema es que todavía no se tienen cifras finales oficiales, ya que se están realizando estudios para entender mejor qué se genera en cada municipio. Apenas con eso se podrán crear los programas de manejo adecuados.
Moreno Gaitán también criticó que no se esté tomando en cuenta el cambio climático en el manejo de residuos, lo que complica aún más la situación. “No saben pensar en términos de cambio climático”, dijo contundente.
¿Y tú qué opinas, team noticias? ¿Crees que se está haciendo lo suficiente o ya estamos ahogándonos en plástico? ♻️👇