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Lo que empezó como un team estratégico terminó en un cotorreo público de acusaciones fuertes, amenazas y hasta desplomes en la bolsa. Esta semana fue el punto de quiebre, cuando Donald Trump y Elon Musk decidieron romper la relación para siempre.
Musk, que fungió como asesor no oficial de Trump en temas tech y de gobierno, tuvo un rol clave ayudando a diseñar un plan agresivo para recortar agencias federales y despedir a miles de empleados públicos. Pero la onda se rompió cuando Elon puso el freno a un mega proyecto fiscal de Trump, que incluye cosas como:
- Quitar subsidios a los autos eléctricos (¡como Tesla! 🚗)
- Recortes brutales en presupuesto
- Subidas de aranceles a países como México y China
Elon no se guardó nada y llamó a esa propuesta “una abominación repugnante” que, según él, podría empujar a EE.UU. a una recesión en este mismo año. Trump contestó desde su despacho:
“Estoy muy decepcionado con Elon. Le ayudé un chorro. No sé si seguiremos siendo aliados”.
Pero eso apenas calienta motores.
Musk no se queda callado: responde con todo.
Desde su cuenta en X, Musk apoyó un nuevo impeachment contra Trump —sí, el tercero que enfrenta— y hasta está del lado de que el vicepresidente JD Vance tome su lugar. Pero ahí no paró:
Tiró una bomba acusando a Trump de estar metido en el caso de J.E., escribiendo:
“@realDonaldTrump está en los archivos de Eps… Por eso no los hacen públicos. ¡Que tengas buen día, DJT!”
Las redes sociales explotaron, la Casa Blanca lo negó y dijo que Musk solo está “molesto” porque no le dieron lo que quería.
Tesla y SpaceX sienten el temblor.
Después de los dardos de Trump, las acciones de Tesla se desplomaron más del 14% en un solo día, perdiendo más de 150 mil millones de dólares en valor.
Y Musk no se quedó atrás: amenazó con detener el programa Dragon de SpaceX, el que lleva carga espacial para la NASA, diciendo:
“No seguiremos haciendo cohetes para un gobierno que quiere destruirnos”.
Trump se lanza con todo: “¡corten los contratos y subsidios!”.
El expresidente fue más allá y amenazó con eliminar todos los contratos y apoyos económicos que Musk tiene con el gobierno.
“La forma más fácil de ahorrar miles de millones es quitarle todo a Elon. Me sorprende que Biden no lo haya hecho antes”, soltó.
Esta movida pone en riesgo no solo los contratos con NASA y el Pentágono, sino también miles de empleos ligados a Tesla y SpaceX.
Steve Bannon entra al ring con la carta migratoria.
En un giro inesperado, Steve Bannon, exestratega de Trump, pidió que se investigue el estatus migratorio de Musk para deportarlo. Aunque Elon es ciudadano naturalizado y nació en Sudáfrica, Bannon insiste en que podría haber irregularidades.
“Creo que es un inmigrante ilegal. Hay que investigarlo y echarlo del país ya mismo”, declaró al New York Times.
Esta pelea ya sacude todo en EE.UU.:
- 🔋 Tesla en problemas
- 🚀 SpaceX en rebelión
- 💰 Wall Street con miedo
- ⚖️ Y Trump peleando con todo, mientras Musk no se raja y parece decidido a darle la batalla política definitiva.
