La cosa se está poniendo color de hormiga para varios balnearios y centros turísticos en la región Tula–Tepeji, ya que el aumento de los niveles de agua en las presas Endhó y Requena ha encendido las alarmas entre quienes viven del turismo acuático.

Según reportes de la Conagua, la presa Endhó ya va en 57.8% de su capacidad, mientras que la Requena está casi llena con un 91.2%. Además, el río Tula a la altura de Ixmiquilpan registra una escala de 1.43 metros y un gasto de 53,170 litros por segundo, lo que podría traer consecuencias graves si no se actúa a tiempo.

José Luis Castro Gómez, quien preside la Asociación de Balnearios de Hidalgo, advirtió que más de 10 centros recreativos podrían volver a sufrir inundaciones, tal como ya ha ocurrido en otras ocasiones. “Hay lugares en riesgo como el balneario Vito, en Atotonilco de Tula; El Águila y El Huemac, en Tezontepec; Baño Grande en Mixquihuala; y varios más en Progreso de Obregón, Chilcuautla, Ixmiquilpan y Tasquillo”, comentó.
Pero lo que más preocupa al sector, según Castro Gómez, es que no hay comunicación con las autoridades, especialmente con Félix Brambila, el nuevo titular de la Conagua en Hidalgo. “He pedido hablar con él, me dicen que sí… pero nunca me reciben”, reclamó el líder del gremio.
También lamentó que no se han hecho reuniones preventivas para coordinar acciones frente a la posible crecida de los afluentes. “Estamos en alerta y lo mínimo que pedimos es que se abran los canales institucionales para evitar otra tragedia”, enfatizó.
Así que mientras el agua sigue subiendo, los dueños y trabajadores de estos espacios recreativos cruzan los dedos esperando que las autoridades no los dejen solos… otra vez.