El pasado lunes 2 de junio, la colonia Los Tuzos, en Mineral de la Reforma, vivió una fuerte inundación que dejó a varias familias en aprietos. La discusión entre diputados locales no se hizo esperar, y PRI, Movimiento Ciudadano (MC) y Morena se agarraron de las palabras por el manejo de la emergencia.

Los legisladores de PRI y MC no se guardaron nada y criticaron la falta de apoyo real a los afectados, sobre todo en Los Tuzos. Para ellos, el problema principal no es nuevo: una pésima planeación urbana y el abandono histórico del proyecto de entubar el Río de las Avenidas, que hubiera evitado esta tragedia. La diputada priista Johana Montserrat Hernández Pérez enfatizó que “ya no quieren discursos vacíos, sino acciones concretas para que el Río de las Avenidas deje de ser sinónimo de desastre”.
Por su parte, los diputados de Morena Lizbeth Irais Ordaz Islas, Tania Meza Escorza e Hilda Miranda Miranda no se quedaron callados y señalaron que la culpa de la mala planeación es de los gobiernos anteriores, a los que calificaron de corruptos. Tania Meza pidió que en vez de usar esta desgracia para sacar “raja política”, se concentren en ayudar a la gente que sufrió los daños.
En defensa del gobernador Julio Menchaca, Lizbeth Ordaz destacó que él encabezó de inmediato los esfuerzos de auxilio, con más de 250 servidores públicos desplegados para limpiar, desazolvar, y repartir alimentos y medicinas. Hilda Miranda insistió en dejar atrás los discursos y propuso crear una comisión especial para apoyar a las familias hidalguenses afectadas por fenómenos naturales, buscando unidad en las acciones.

Los representantes de MC, Karla Perales Arrieta y Carlos Alejandro Alcántara Carbajal, dijeron que ellos mismos estuvieron en la zona ayudando a las familias. Karla Perales comentó que la tragedia refleja la falta de atención a las realidades sociales y evidenció la debilidad de las instituciones ante emergencias.
Así las cosas, la inundación en Los Tuzos desató el clásico tira y afloja político, pero lo que está claro es que las familias necesitan más que discursos, requieren soluciones urgentes y compromiso real.