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La mañana del martes 5 de septiembre, el Metro de la Ciudad de México enfrentó una serie de problemas que llevaron a retrasos significativos y descontento entre sus usuarios. Reportes de malestar se concentraron en las líneas A, 3, 6 y 9, donde los pasajeros se quejaron de aglomeraciones, tiempos de espera de hasta 30 minutos y dificultades operativas.
La Línea 6 experimentó una situación especialmente complicada, con andenes y pasillos saturados debido a trenes que solo pasaban cada 20 minutos. Las autoridades del Metro comunicaron que solo contaban con 6 unidades disponibles para toda la línea roja en ese momento.
En la Línea A, los problemas continuaron, ya que los trenes pasaban cada media hora y llegaban tan llenos que los usuarios no podían abordar. Además, se informó de la presencia de humo en la estación Centro Médico de la Línea 3, lo que aumentó la preocupación entre los viajeros.
A pesar de estas dificultades, no se atribuyó la responsabilidad del caos a ninguna causa específica, y se desconoce cuándo se restablecerá por completo el servicio en todas las líneas afectadas. Los usuarios expresaron su descontento y exigieron a las autoridades un mejor mantenimiento de las instalaciones y un servicio más eficiente.
