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El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, causó revuelo en las redes sociales al anunciar la adquisición de nuevo equipo de seguridad para su plan de protección. Una de las armas que presumió resultó ser un DroneGun Tactical, un dispositivo no letal diseñado para neutralizar drones al interferir con sus señales y forzar su aterrizaje.
Aunque en las imágenes parecía un arma convencional, este dispositivo de la compañía DroneShield emite señales disruptivas que desactivan temporalmente los drones, dejándolos inoperables para sus operadores.
El equipo, que tiene una longitud de 1.42 metros y pesa 7.25 kilogramos, se asemeja en tamaño y forma a los drones comerciales. A medida que los drones se han vuelto más accesibles, también se han convertido en una herramienta para la delincuencia, lo que ha llevado a un aumento de la preocupación por la seguridad.
El presidente Bukele ha defendido las políticas de seguridad de su gobierno en la ONU, argumentando que han contribuido a reducir la violencia y mejorar la seguridad en El Salvador. Sin embargo, organizaciones civiles han acusado a su gobierno de violaciones de derechos humanos debido a los estados de excepción implementados para combatir a las pandillas, lo que ha llevado a un gran número de detenciones, incluyendo a presuntos inocentes.
El uso de tecnología no letal como el DroneGun Tactical refleja la creciente necesidad de contrarrestar amenazas emergentes en el ámbito de la seguridad, como el uso indebido de drones con fines delictivos.
