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Con el cambio de estación en el Valle del Mezquita, la vida en los ejidos y tierras comunales se revitaliza, marcando la llegada de los xamues, criaturas de tonos negro y naranja fosforescente, que habitan en los mezquites de la zona. Estos insectos son altamente valorados por los lugareños.
Los xamues poseen una defensa peculiar, ya que liberan un líquido oloroso y amarillento cuando se sienten amenazados, ahuyentando a posibles depredadores y generando irritación y enrojecimiento si entra en contacto con los ojos.
Estos insectos, que se alimentan y reproducen en los árboles de mezquite, aprovechan la llegada de las altas temperaturas para iniciar su ciclo vital, coincidiendo con el cambio de hojas y la floración de las vainas en la región del Valle del Mezquital.
En la gastronomía local, los xamues son considerados un manjar, preparándose de diversas formas como en salsa o ensalada, según las tradiciones culinarias de la zona.
Según relatan los habitantes, los xamues comienzan a poblar los mezquites mientras se alimentan de la savia que estos desprenden, un fenómeno conocido localmente como “Cuando el mezquite llora”.
Con la llegada del calor, estos insectos inician su fase reproductiva, congregándose para reproducirse y expandirse por la región, depositando sus huevos en los troncos de los mezquites durante la temporada de frío, los cuales eclosionan con el cambio de estación.
Los xamues son aptos para el consumo cuando alcanzan un tamaño mediano, pero su periodo ideal es breve, ya que cuando desarrollan alas, no se recomienda su ingesta.
Es importante mencionar que los xamues requieren de una preparación adecuada antes de ser consumidos, siendo necesario lavarlos en agua y posteriormente asarlos con sal en un comal. Son especialmente apreciados cuando se utilizan en salsas.
