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Habitantes de Hidalgo se vieron cautivados por el espectáculo del eclipse solar, mientras esperan ansiosos otro evento similar en el futuro.
Ataviados con trajes de astronauta y camisetas de la NASA, familias completas, desde niños hasta jóvenes, tuvieron la oportunidad de presenciar por primera vez el fenómeno del eclipse solar.
Uno de estos entusiastas fue Luis Alberto, un pequeño que llegó al Museo El Rehilete vestido como astronauta para presenciar este fenómeno que no volverá a ocurrir hasta el año 2052. Él y su madre se protegieron los ojos con gafas de filtro especial para observar el eclipse.
En Pachuca, el eclipse solar se vivió con un 75 por ciento de cobertura, lo que significó que solo se oscureció parcialmente en el momento álgido, sin alcanzar la totalidad.
Muchos padres decidieron no enviar a sus hijos a la escuela ese día para llevarlos al Museo El Rehilete y que pudieran disfrutar de este espectáculo natural.
Para algunos de los presentes, esta no era la primera vez que presenciaban un eclipse similar, pero aún así lo encontraron como un fenómeno de gran belleza, como expresó la señora María Luisa, quien dijo sentirse incluso más emocionada que en ocasiones anteriores.
Para Gisela y su hijo, esta experiencia será recordada durante muchos años. Ambos utilizaron gafas con filtro para proteger sus ojos mientras observaban el eclipse.
Se observó también que algunas personas optaron por usar gafas de soldador con un filtro de nivel tres para observar el fenómeno solar.
Una vez que concluyó el eclipse, los asistentes comenzaron a retirarse del lugar, maravillados por lo que habían presenciado.
Un Recuerdo Imperecedero
Después de presenciar el eclipse solar en Hidalgo, los ciudadanos que se congregaron en el Poliforum Carlos Martínez Balmori, dentro de Ciudad del Conocimiento, compartieron con entusiasmo que fue una experiencia inolvidable. A pesar del intenso calor y las largas filas, se llevaron consigo un recuerdo imborrable.
Adrian Mata Herrera, miembro de la Sociedad de Astronomía y estudiante de física en la UAEH, quien manejó el telescopio coronado, explicó que este instrumento está diseñado específicamente para observar el sol. Junto con otros voluntarios, atendió a cientos de asistentes durante el evento.
“Para presenciar un eclipse se requieren tres cuerpos: el sol, la luna y la tierra. Estos fenómenos son de gran importancia, ya que incluso con un eclipse total se puede comprobar la teoría de la relatividad de Einstein. Sin embargo, con el tiempo, estos eventos dejarán de ser visibles, pues como sabemos, la luna se aleja del sol a una velocidad de dos o tres centímetros al año. Por lo tanto, es un privilegio poder presenciarlos en la actualidad”, señaló.
Por su parte, Gabriela González, voluntaria, compartió que uno de los telescopios más populares durante el evento fue el telescopio de espejos, ya que su función consistía en proyectar la luz en una pantalla. Los asistentes se tomaron fotografías con el reflejo del eclipse: “La luz incide desde la parte superior, se refleja en un espejo detrás y se proyecta en un espejo cóncavo antes de la lente para ser proyectada”, concluyó.
